Barry Bonds iguala el récord entre pitos

Barry Bonds igualó en la noche del sábado en San Diego (madrugada del domingo en España) el récord de 755 homeruns que hasta ahora poseía desde hace más de 30 años Hank Aaron, una de las figuras deportivas más respetadas de Estados Unidos.

El pelotero de San Francisco golpeó una pelota que le llegó a 145 kilómetros a la hora por encima de la valla izquierda del Petco Field, durante el encuentro que los Giants de San Francisco disputaron a los Padres de la ciudad del sur de California.

Nada más conectar el batazo, Bonds supo que la pelota iba a salir de los límites del campo y se quedó admirando el vuelo hacia las gradas donde una docena de espectadores se pelearon por encontrarla entre los asientos. Cuando comenzó a correr las bases, el jugador fue abucheado por los espectadores aunque también recibió aplausos cuando abrazó a su hijos.

Controversia.

En el estadio aparecieron pancartas con un asterisco porque para los aficionados la marca así debe ir acompañada en el libro de récords debido a las pruebas de que Bonds ha consumido esteroides y sustancias anabolizantes. Bud Selig, el presidente de la Liga, se encontraba entre los espectadores y se levantó para ver a Bonds recorrer las bases pero no aplaudió. En un comunicado señaló que "aunque la controversia rodea esta nueva marca, hay que reconocer el esfuerzo del señor Bonds para conseguirla".

Horas antes y en Nueva York, Alex Rodríguez, el tercera base de Nueva York, se llevó una clamorosa ovación de los 55.000 espectadores que llenaban el Yankee Stadium cuando obtuvo su 500 homerun de su carrera. Rodríguez, de 31 años, es el jugador que llega al medio millar de cuadrangulares más rápido en la historia del béisbol norteamericano.