Ciclismo | Tour de Francia 2007
El mismo día se salvó dos veces
Alberto Contador pudo perder la vida el mismo día por dos causas distintas: un cavernoma cerebral y porque casi se traga su lengua.
El 12 de mayo de 2003, cuando disputaba la primera etapa de la Vuelta a Asturias, Alberto Contador se fue al suelo y se pegó con la barbilla contra el asfalto. Pudo quedarse allí si no llega a ser por la intervención de Santiago Zubizarreta, médico de la carrera, que observando que el ciclista se tragaba la lengua y no podía respirar, le introdujo un tubo de Guedel, una cánula curva que evitó que la lengua se le fuera hacia el esófago.
Ya en el Hospital Central de Asturias (Oviedo) le descubrieron que tenía roto el hueso malar y un coágulo de sangre en el cerebro. Y no fue hasta dos días después que se dieron cuenta que ese coágulo era el causante de la caída y no al revés.
Alberto sufría un cavernoma cerebral, una malformación genética de una arteria, que crece desmesuradamente y, si no se detecta a tiempo, termina por explotar.
La caída le salvó la vida. Un mes después (12-6-2004) Contador fue intervenido en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid, donde le practicaron un bypass, una circunvalación plástica que evita que la sangre circule por esta zona dilatada. De la operación aún le quedan en la cabeza dos placas de titanio y 70 grapas.
Alberto volvió a competir siete meses después (enero de 2005) y en su retorno ganó la etapa reina del Tour Down Under (Australia). Y luego la Setmana Catalana y etapas en el País Vasco y Romandía. Pero durante la pasada Vuelta a Burgos (10-8-2006), Contador volvió a tener un desmayo. "La lesión aquella ya no se le puede reproducir", asegura su padre, Paco Contador. "Alberto se olvidó de la bici después de que no le dejaran correr el Tour por la Operación Puerto. Apenas se entrenó y sufrió un mareo por el esfuerzo tras subir las Lagunas de Neila".