Valverde blinda el triunfo de Joaquín Rodríguez

Manuel Rodríguez Ayora, ciclista profesional de los años setenta y director del Colchón CR en los ochenta, no pudo reprimir las lágrimas cuando vio a su hijo, Joaquín Purito Rodríguez, cruzar la meta de Cuenca como nuevo campeón de España. "Casi me echo a llorar yo también cuando me abrazó", confesó Purito. Don Manuel se había levantado a las cinco de la mañana en Parets del Vallés (a 25 kilómetros de Barcelona) y se hizo unos 550 para llegar a Cuenca, donde le había sido imposible encontrar un hotel. "Si soy ciclista es gracias a mi padre. Por sus consejos y por sus broncas", reconoce Purito, que ayer también estaba muy agradecido a Valverde.

Claro dominio.

El Caisse d'Epargne dominó de punta a cabo este Campeonato de España, que salió y terminó en Cuenca, en el Alto del Castillo, en la parte más alta del bonito casco antiguo de la ciudad. En sus dos kilómetros de ascensión, por calles estrechas y empedradas, fue donde se jugó la carrera.

El equipo de Valverde, en cabeza de pelotón, entró como una locomotora en la primera rampa. Arrancó Óscar Pereiro y a su rueda Valverde. El catalán Xavier Florencio, del equipo francés Bouygues, salió a por ellos y a su rueda se llevó a Purito, Eladio Jiménez, Gárate y Sevilla. Una vez alcanzados, a falta de 1,2 km de meta, fue cuando arrancó Quim Rodríguez. Valverde se quedó atrás protegiendo a su compañero. Contraatacar con Valverde a rueda es casi un suicidio. Alejandro lo demostró cuando, a falta de 200 metros y viendo ya segura la victoria de su compañero, arrancó como una bala para quedar segundo.

"El equipo lo da todo por mí y me encanta poder ayudar a un compañero. Claro que me gustaría ser campeón de España. Pero ya habrá otra oportunidad", explicó Valverde.

Antes de la subida final, la carrera la llenó una fuga de cuatro hombres en la que entró Pereiro junto a Barredo, Ballester y López Gil (más conocido por Malagueta). Se fueron en el km 63 y les pillaron en el 155. Nunca les dejaron coger más de dos minutos. Es el octavo título nacional que obtiene el equipo de Echávarri y Unzué (antes Banesto y primero Reynolds).

J. Rodríguez "Este título es muy especial"

Cuando me escapé, Valverde sirvió de freno a los que trataban de perseguirme. La mitad de la victoria es suya. Siempre he subido este puerto en cabeza, bien sea escapado, bien tirando del pelotón. Me conocía muy bien la ascensión, pero aún así, ayer la subí cuatro veces y decidí meter como plato pequeño el 46. Creo que ha sido clave para poder ascender con soltura. Este es el triunfo más bonito de mi carrera. Es muy especial llevar el maillot de España durante todo un año. La única pena es que me hubiera gustado lucirlo en el Tour de Francia. Estoy en buena forma, pero los técnicos han elegido a otro compañero y, en cualquier caso, vamos a llevar a Francia una formación muy potente".