Ciclismo | Carlos Sastre
Gimnasta, nadador, atleta y de Leganés
Muchos piensan que Carlos Sastre es abulense, pero nació en Leganés (22-4-1975). "Mis padres son los dos de El Barraco (Ávila), pero yo nací y viví en Leganés hasta los 19 años. Soy madrileño, pero como ciclista me he hecho en Ávila y le estoy muy agradecido a esta tierra", dice el corredor.
A Carlos le marcó la gran afición al ciclismo que tiene su padre, Víctor Sastre, que fundó la Escuela de Ciclismo Ángel Arroyo a raíz de que el escalador abulense quedara segundo en el Tour de Francia 1983. "Al principio entrenábamos en un polígono industrial entre Leganés y Getafe. Los sábados y los domingos cerraban una calle y allí entrenábamos los niños, más con juegos que compitiendo. Guardo unos recuerdos muy bonitos".
Carlitos era un niño muy inquieto y el resto de la semana lo dedicaba a practicar otros deportes. "Era rápido corriendo. Con ocho años competía con chavales de diez en carreras de 60 metros. Pero me dedicaba más a la gimnasia deportiva. La practiqué desde los ocho hasta los doce años. Me ejercitaba en todos los aparatos: suelo, caballo con arcos, anillas, salto..."
Y a los doce, cuando dejó la gimnasia, empezó con la natación. "Mi estilo era el crawl. Entrené hasta los quince años. Lo dejé porque querían que pasara a competir con el equipo". Y como todos los niños, también practicó el fútbol. "En el cole o con los amigos. Me gustaba jugar de delantero o de portero. Lo que tenía relación directa con el gol".
Pero siempre le atrajo más el ciclismo. Y más aún cuando la Escuela se trasladó a El Barraco y convivió con varios de los que han sido o son figuras profesionales: Chava Jiménez, Mancebo, Lastras, Navas, San Román, Curro García...
Sastre ha creado ahora la Fundación Víctor Sastre para continuar la labor de su padre. "Aparte de ciclismo tenemos también atletismo y queremos abrir el abanico a otros deportes. Me gusta estar con los niños. Para mí fue muy importante pedalear junto a Ángel Arroyo cuando empecé".