Moreau gana la prueba y Vinokourov, la etapa

Christophe Moreau no pasó ningún problema para certificar su triunfo final en el Dauphiné Liberé. El último obstáculo era el Coll de Forclaz, a 17 km de meta, y el francés, 36 años, no mostró fisuras. El último bocado fue para el kazajo Vinokourov, 33 años. Segundo triunfo de etapa para él y cuarto para su equipo, Astaná.

No hubo emoción en el Forclaz. Moreau encontró un sorprendente aliado en Piepoli, que neutralizó los dos ataques de Contador y marcó el ritmo en el resto de la subida.

Tampoco hubo kamikazes en el descenso, peligroso por el piso mojado. Sin arriesgar, Piepoli se distanció. Ya en el llano atacó Menchov, que encontró fuerte respuesta. Y luego Leipheimer, por el que nadie se movió, salvo Vinokourov, que arrancó poco más tarde.

Leipheimer tomó fatal la curva en una rotonda, se fue al suelo dejando el camino expedito para Vinokourov. A 37 segundos llegó el grupo de favoritos encabezado por Óscar Pereiro. El gallego se había quedado cortado en el puerto, pero empalmó tras el descenso y atacó según llegó, pero se paró al saber que Vinokourov iba por delante. Luego ganaría el sprint para quedar segundo.

"Este resultado me da moral", dijo Pereiro. "Creo que voy por buen camino para llegar en forma a la salida del Tour de Francia, aunque aún me falta un poco, sobre todo porque tengo que bajar un par de kilos".

Moreau, ganador ya del Dauphiné en 2001, entró con los brazos en alto y según cruzó la meta lanzó un escupitajo, aunque no se logró ver contra quién, ¿un rival?, ¿un fotógrafo? No es la primera vez que este ciclista tiene gestos feos. Que se lo pregunten si no a Carlos Sastre.