Un Valverde enfermo acabó penúltimo en el Mont Ventoux

El Mont Ventoux escribió ayer un nuevo capítulo para aumentar su ya profusa leyenda: "El día en que Valverde sufrió la mayor crisis de toda su trayectoria". El campeón murciano entró el penúltimo en la meta, a casi media hora (28:54) del ganador, el francés Christophe Moreau. El último fue su compañero Chente García, que le acompañó en los 21 km de suplicio hasta la cima del mítico Monte Pelado.

Pero no fue el Ventoux el que tumbó a Valverde, sino un virus que le atacó la noche anterior y que le hizo vomitar todo lo que comía. Casi al empezar la escalada (a 17 km de la cima) Valverde se quedó rezagado junto a Chente y no fue capaz ni de aguantar el grupetto de los sprinters.

"Llegó vació. Ha sido una gesta que haya podido llegar a la cima de este puerto tan duro después de casi seis horas y media de pedaleo y sin poder alimentarse", cuenta su director Eusebio Unzué.

"Ha sido el día más duro de toda mi carrera", dijo Valverde al llegar. Todo para intentar salir en la etapa de hoy. "Se han dado otros casos en esta carrera y al día siguiente habían superado el virus. Aunque no vamos a arriesgar", dice Unzué, que no ve peligrar la participación de Valverde en el Tour. "Pero está claro que no va a poder hacer aquí la preparación planeada".

No fue el único damnificado. Vinokourov se descolgó a 10 km de meta (no quería forzar, según la versión oficial), llegó a 7:20 y perdió el liderato en favor de su compañero y compatriota Kashechkin. La etapa la ganó Moreau. Atacó a 4,5 km de la cima, junto al polaco Szmyd, y adelantó a su compañero Calzati, fugado desde el km 1.