Ashton apela al espíritu del 'Swing Low, Sweet Chariot'

Mayo de 1988. Inglaterra jugaba el último partido de la temporada ante Irlanda. Encadenaba una racha en el Cinco Naciones de 15 derrotas en 23 partidos. Twickenham había saboreado un solitario ensayo inglés en dos años y el marcador al descanso era 0-3.

Pero en la segunda parte se obró el milagro. El XV de la rosa anotó seis ensayos mientras Twickenham entonaba una vieja canción de los esclavos americanos, Swing Low, Sweet Chariot, en honor a un ala negro, Chris Oti, que en aquella tarde, la de su debut, lograba tres tries. Desde aquella tarde, Swing Low, Sweet Chariot es en el himno oficioso de la selección inglesa de rugby. Oti coincidió con Jeremy Guscott, otro jugador negro al que el seleccionador Clive Woodward bautizó como el Príncipe de los Centros. Guscott hizo carrera (65 veces internacional). Desde entonces sólo un jugador negro (Jason Robinson) ha brillado tras un apertura inglés.

Sin embargo, la severa derrota inglesa encajada ante Suráfrica el sábado (58-10), la mayor de la historia, ha provocado que el seleccionador inglés recurra a otro ala de color. Su nombre, Topsy Ojo. Ashton dirigió en su etapa universitaria a este ala de los London Irish que nació en el barrio londinense de Tottenham y tiene ascendencia africana. Se le conoce como El Finalizador por su "potencia y habilidad". Ashton confía en que Ojo devuelva a la selección el espíritu del Swing Low, Sweet Chariot. Pero juegan en Pretoria ante Suráfrica. Y apelar allí al orgullo de la lucha contra la esclavitud puede destapar la furia springbok, algo contraproducente para el XV inglés.