El Desafío se aferra "al espíritu de Nadal" para seguir con vida

Antes de iniciarse la Louis Vuitton alguien dijo que había que regatear con el espíritu de Rafa Nadal. Quien pretendiera ganarnos, debería dejarse la vida hasta el último punto. En el momento en que bajase la guardia, se lo haríamos pagar". El mensaje de un tripulante del Desafío refleja el ánimo luchador del barco español, que hoy debe salvar el segundo match point kiwi.

Los de Zulueta cumplieron llegando a semifinales, para incrementar su botín con dos triunfos, además de prolongar su estancia más allá del presuntuoso BMW Oracle. Los yankees bautizaron de forma peculiar las zonas del barco. La proa era el Bronx, la bañera Manhattan y la popa Beverly Hills. Se habló de cambios en Manhattan y quizá en el Bronx. Pero nadie contemplaba el tsunami que finalmente ha asolado Beverly Hills tras el repaso sufrido ante el Luna Rossa de Spithill. La furia de Ellison ha acabado decapitando al yuppie Chris Dickson.

Hoy el Desafío debe complicar la presalida a Dino Barker y quitarle el lado bueno en la ceñida. Si ocurre eso, propondrán una guerra de viradas. Y no habrá Beverly Hills, Manhattan o Bronx que valga, porque se convertirá en una cuestión de Estado.