Barker desangra al Desafío y Bertelli ningunea a Ellison

El campo de regatas de Valencia era como una montaña rusa. Una lotería en la que el Desafío rozó el gordo y el Luna Rossa se llevó la pedrea. Los españoles no leyeron bien el campo y cambiaron el plan inicial, lo que permitió a Barker y su implacable popa convertir 20 metros en 200 en un suspiro. Con el orgullo herido (en la baliza de sotavento la renta kiwi era de 1:03), los españoles sacaron su perfil bandolero y comenzaron a jugar a la ruleta rusa con bordos suicidas buscando roles imposibles. Traslucharon nada más montar la baliza y recortaron 22 segundos abajo. Cosieron a los de Baker a viradas y redujeron 11 segundos más en la ceñida. El medio minuto de desventaja con que arrancó la última popa sería una renta salvable ante muchos rivales. No ante Barker, caña kiwi. El tiburón no regala un metro, una ola, una maniobra. Marca al rival si va detrás y lo asfixia si va delante. Gana desangrando a sus adversarios. Y ayer el Desafío murió debido a una hemorragia. Lo advirtió el Rey, tripulante 18 ayer, "navegar ante los mejores es difícil". Aunque el propio Barker halagó a los españoles: "No estuvimos tranquilos en ningún momento".

El otro duelo.

No lejos de allí, el Luna Rossa vapuleaba al BMW Oracle. El duelo, sentenciado en la primera baliza (52 segundos a favor de los italianos), resucitaba en la segunda. En la penúltima baliza Luna Rossa retomaba el liderato (01:21) y en meta se ensañaba con los yankees: 139 segundos. Lo que duró la sonrisa de Bertelli, magnate de Prada, en la popa mientras veía llegar a Ellison y Dickson. Con cara de pocos amigos.