NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Vela | Copa Louis Vuitton

España bate al favorito

Histórica victoria del Desafío frente al imbatido BMW Oracle

El Desafio junto al BMW Oracle durante la regata de ayer

Alguien escribió en cierta ocasión que era más fácil completar una tripulación con ex amigos de Chris Dickson, que hacerlo con voluntarios para navegar con él. Ayer el implacable Dickson, capo del BMW Oracle, miró de reojo la popa del Desafío en la presalida y descubrió en ella a uno de esos hombres que le recuerdan amargamente: John Cutler. El navegante del Desafío compartió popa, no decisiones, dicen, con el kiwi en el BMW antes de que éste le mostrara la puerta de salida al finalizar la edición de 2003.

Cutler se acomodó en el Desafío junto a Luis Doreste, quien le birló el oro en Finn en los Juegos de Seúl. En medio se coló el caribeño Peter Holmberg, hoy caña del Alinghi. Doreste y Zulueta, jefes del sindicato español, pensaron que Cutler (cuatro Copas América a sus espaldas) conocía el mercado y tenía contactos, lo que les ahorraría dinero y tiempo para configurar la tripulación. Con Cutler llegaron Wachowicz, Rey, Jablonski... Una legión de navegantes de clase media con más millas por recorrer que recorridas. Zulueta fichó hambre.

Portaaviones.

El BMW, portaaviones en el que Larry Ellison ha gastado 150 millones de euros para ganar la Copa de las 100 Guineas y colocarla en la vitrina que ha mandado construir en su barco, llegaba invicto. Sólo le habían tosido los bravos surafricanos, que le enseñaron la matrícula en una ceñida en la que Ellison se encaprichó en coger la caña.

El ESP-97 evitó cruzar golpes con el USA-98. Hizo su regata. Apostó por la izquierda en la primera ceñida. Y acertó. Repitió babor en la empopada. Y acertó. La galáctica popa del BMW, con tipos como Doyle, Brady, Isler o el mismísimo Dickson, olía a azufre. Arriesgaron a malas y el resultado fue una sonrojante derrota por un minuto en meta. 60 crueles segundos de espera. Prueben a contar 60 segundos. Uno, dos... Dickson bramando con cara de pocos amigos... tres, cuatro... Cutler abrazado a Doreste... cinco, seis... sonrisas en la base del Alinghi... cincuenta y nueve, sesenta. Los 60 segundos más felices de la historia de la vela española. 60 segundos tensos en la popa del BMW que hicieron hervir el Moët Chandon que siempre espera helado a Dickson y Ellison en tierra para celebrar su imbatibilidad. Ayer el Desafío gripó el BMW y en lugar de champagne corrió cerveza, cerveza salpicada por lágrimas de alegría españolas.