El granadino Ramón Morillas batió ayer su récord mundial de distancia en paramotor, al recorrer los 1.100 kilómetros que separan Jerez de Lanzarote, en una travesía que duró desde las 6:40 a las 21:00 horas. La plusmarca anterior, que también le pertenecía, estaba en 951 kilómetros. La idea era aterrizar en Los Realejos (Tenerife), pero a las 15:20 el piloto varió el rumbo, porque los vientos alisios no le permitían alcanzar su objetivo inicial.
El avión que pilotó Morillas funciona con motor, se propulsa con una hélice y se sustenta con un parapente. Fue acompañado por dos helicópteros Puma del Ejército, en previsión de un amerizaje forzoso.