Vela | Copa América
Copa América: el último capricho de los magnates
Nueve millonarios pugnan por ganar la Jarra de las 100 Guineas
Un Ferrari negro. Puede sonar a capricho, pero Ralph Dommermuth presume de ser un hombre discreto, un tipo de perfil bajo. No le gusta llamar la atención, por eso descartó el rojo, color que le abruma. Desde pequeño soñó con tener un Ferrari. Y ahora lo tiene: negro. Dommermuth asoció dos empresas de internet (GMX y 1&1) con el gigante T-Mobile disparando su valor. Ahora financia al United Internet Germany Team. Es, probablemente, el más pobre de esta pandilla de ricos.
En el lado más histriónico se encuentra Larry Ellison. Dueño del Rising Sun (138 metros de eslora y un precio de 200 millones de dólares) se desplaza en un jet privado que pilota él mismo, tiene 12 casas en Malibú y no descarta comprar los Golden State Warriors y los San Francisco 49ers. También son sonadas sus donaciones, quizás debido a su infancia, en la que fue adoptado. Otro hombre excesivo es Patrizio Bertelli, el inconfundible marido de Miucia Prada. Tras sus características gafas de pasta y sus corbatas minimalistas se esconde un tipo enigmático capaz de exigir "más vela y menos famoseo " horas antes de alquilar estrellas de Hollywood para adornar sus fiestas.
A otros el dinero les llega de cuna. Como a Ernesto Bertarelli, heredero de Serono, la empresa de su abuelo. Nacido en Roma y formado en Harvard, vendió parte de sus acciones a Merck por 13.000 millones de dólares. Es el culpable de que la Copa América esté en Europa. Él y su Alinghi. Otro que heredó fue Hugo Stenbeck, un hombre con mano de hierro. Perdió a su padre repentinamente antes de la Louis Vuitton de 2002 y cerró el grifo a la vela durante año y medio para cuadrar los gastos del Modera Times Group. Propietario de los gratuitos del Metro de Londres, tiró de Dietrich Matestich (2.000 millones de dólares de patrimonio) para ajustar el presupuesto del Victory Challenge.
Luego está el clan de los navieros italianos. El napolitano Vicenzo Onorato, cuyos ferrys comunican Italia con Córcega y Cerdeña, sacó beneficios de la Copa América, en 2003. Un logro. A su paisano, Salvatore Sarno, el Mediterráneo se le quedó pequeño y aterrizó en Suráfrica en 1988. Nadie sabe mucho de él, dirige MSC y tutela el Shosholoza surafricano. Por último, está Chaoyong Wang. Participó en el primer Master en dirección de empresas de la Universidad de Beijing, donde conoció a Li Yifei, su mujer. Reclutado por Morgan Stanley, hizo fortuna con los inversores extranjeros y fundó China Equality. Wang es uno de los empresarios más destacados del país y vive con la "mujer más influyente ", la directora de MTV China, su esposa. Todos se han encaprichado de la Jarra de las 100 Guineas, pero el viento aún no se compra...