Rugby | VI Naciones
Irlanda gana prestigio y Francia el VI Naciones
Exhibición ofensiva de los primeros y lección de sobriedad gala
El VI Naciones no descansará este año en el cielo junto a San Patricio. Lo hará en el purgatorio por obra y gracia de una Francia inflada de mediocridad. Al final la metálica Francia del cartesiano Bernard Laporte se apropió del título de forma tan justa como inmerecida. Los galos son un equipo blindado, sin alma. Irlanda, que murió en la orilla, se reprocha a estas horas el fatídico último minuto ante Francia en Croke Park que le dejó sin Grand Slam y, de rebote, sin título. Francia, sin embargo, fue arrollada en Twickenham y ridiculizada en algunas fases por una ramplona Gales y una valerosa Escocia en París. Ganó quien jugó a no perder.
Irlanda no tenía alternativa: puerta grande o enfermería. Y propuso el partido en su 22, al borde de su área. Detrás de la delantera italiana, la más fiera del torneo, los celestiales tres cuartos irlandeses disponían de extensas llanuras para galopar vertiginosamente. Pero había que llegar hasta allí. En el inicio de la segunda mitad Irlanda reventó a Italia con su ritmo frenético, sin sacar el balón del campo y enlazando un contragolpe con otro. Troncon perdió el aliento y comenzaron a llover ensayos. Dempsey, Easterby, Dempsey, D'Arcy... así hasta ocho. Pero el partido se le hizo largo a Irlanda y pagó un precio muy alto al ver como Bortolami y De Marigny recortaban su botín en Roma.
Francia salió en París con paso de elefante. Lenta y pesada. Debía ganar de 24. Escocia, que traía la lección aprendida de los ingleses, evitó a los titánicos delanteros galos rodeándolos y encontró que detrás había un ejército de soldaditos de papel. Ni su zaguero Poitrenaud (pura lana virgen) ni sus tres cuartos tienen entidad para defender La Bastilla. Si Laporte quiere plantar cara a los neozelandeses tendrá que encomendarse a la vieja guardia: Castaignede, Dominici...
Francia corrigió el rumbo del partido con ensayos que bautizaban sus alas, pero parían sus delanteros con su arrolladora irrupción. Así se llegó a la recta final del partido. Pasada la hora de encuentro Francia ya era campeona, pero Escocia aún le pintó la cara con un heroico ensayo. El choque murió con Vermeulen en la zona de marca escocesa y el árbitro posando el ensayo. Voilà!
Conclusiones: edición emocionante más que brillante con un campeón al que el miedo a perder lleva a ganar y una Irlanda a la que las ganas de ganar llevan a perder. Italia ha dejado de ser el invitado a la fiesta, Escocia sigue honrando su escudo, Inglaterra debe reprogramarse y Gales resetearse. Cuenta atrás par el Mundial. Restan 173 días.