Ciclismo | Retirada
Jan Ullrich anuncia su adiós al verse acorralado
La Policía alemana iba a recibir una bolsa con su sangre
Jan Ullrich anunció ayer su retirada en una multitudinaria conferencia de prensa en Hamburgo. El ciclista alemán, sin equipo y presuntamente implicado en la Operación Puerto, se veía acorralado una vez que, el pasado viernes, sus abogados no lograron parar que la Justicia española enviara a la Policía alemana una bolsa de sangre de las incautadas en la Operación Puerto, que supuestamente pertenecía a él.
Antes, en un registro en su casa de Suiza, la Policía germana, encontró material genético para obtener su ADN. Los abogados lograron que el registro fuera considerado ilegal, pero presionado por la opinión pública alemana, Ullrich entregó una muestra de su cabello para que de él se obtuviera el ADN, a la espera de que no llegara la bolsa de España.
Jan Ullrich justificó su retirada en la decepción que sintió al ser excluido del último Tour de Francia tras aparecer su nombre en la Operación Puerto. "Se derrumbó mi mundo deportivo. Fue un shock que hasta ahora no he podido superar" y dijo que llevaba ocho meses preguntándose "por qué no hay proceso deportivo alguno abierto" en su contra. También criticó a Rudolf Scharping, presidente de la Federación.
Precoz e indolente.
Ullrich fue el último producto deportivo de la extinta RDA. Cincelado con rudeza desde los 14 años en la Escuela de Berlín, Ullrich asombró al mundo cuando en 1996, con 22 años, ayudó al danés Bjarne Riis a acabar con el reinado de Indurain en el Tour. De hecho, posiblemente habría ganado la carrera de no haber estado supeditado a trabajar como gregario de Riis.
Al año siguiente logró ganar el Tour y se pensaba que sólo iba a ser el primero de una larga tacada. Pero Ullrich se encontró con Pantani en 1998, que le destrozó en un día de gélido en las rampas del Galibier y después, con Armstrong, que siempre le superó estrategicamente.
Pero, más que sus rivales, el principal enemigo de Ullrich fue su "carácter indolente", como dijo ayer Merckx. Jan tuvo una vida difícil, su padre les abandonó cuando él tenía nueve años y su madre tuvo que sacar adelante la familia. Desde los 14 estuvo internado en Berlín y, tras probarle con el fútbol, el cross y la natación, los dirigentes deportivos de la RDA decidieron hacer de él un ciclista.
A los 19 años fue campeón del mundo aficionado y con uno más participó con los profesionales en el primer Mundial contrarreloj, que era Open, y quedó tercero, por delante de Olano.
Crecido en la austeridad, no supo manejarse en la riqueza. Todo cambió tras su triunfo en el Tour de 1997. Ullrich ganaba hasta doce kilos de peso en los inviernos. Con todo, en sus ocho participaciones en el Tour de Francia siempre quedó entre los cuatro primeros.