El primer héroe español en blanco y negro
Ahora tenemos a Nadal, a Alonso, a Gasol, por citar a nuestras estrellas más deslumbrantes. En los años sesenta, cuando empezábamos a ver por la tele retransmisiones deportivas en blanco y negro, aparte de los futbolistas (Di Stéfano y los suyos, Kubala y los otros) nuestros héroes eran Timoner, Santana y Ángel Nieto. Eran muy grandes y eran únicos, porque no había más.Y el primero fue Timoner (24-3-1926, Felanitx, Mallorca). Ya había ganado tres títulos mundiales cuando le vimos por primera vez por la tele. Y ganaría otros tres más.
Hexacampeón del mundo, ahí es nada. Franco le llamaba al Pardo cada vez que ganaba un mundial y Guillermo siempre recuerda que el viaje se lo tenía que pagar él "hasta la última peseta", para inevitablemente añadir: "Entonces no teníamos ADO ni ayuda alguna".
Evidentemente Timoner salió adelante porque era un portento físico. Y lo sigue siendo. Apunto de cumplir 81 años, no hay un día en que no pedalee, por la carretera o en su casa. Siempre que dan ciclismo por la tele, él se pone en su rodillo y no para hasta que se acaba la carrera. Las sesiones llegan a ser de hasta seis horas, cuando hay una de esas etapas del Tour de Francia que transmiten enteras.
Su especialidad, tras moto, ya ha desaparecido. Pero no se engañen, no era fácil. Movían un desarrollo de 70 x 14 (14 metros por pedalada), 100 kilómetros dando vueltas en la pista a 90 km/h, en ocasiones a más de cien. Y había fuerte competencia. Por entonces la pista era uno de los pocos sitios donde se movía dinero.
Seis maillots arcoiris y los seis están en la Ermita de la Virgen de San Salvador.