"Italia es el espejo en el que mirarnos"

¿Por qué ahora?

Cada vez se hacía más difícil compatibilizar trabajo (arquitecto) y desplazamientos.

¿Meditó la decisión?

Hablé con Ged (el seleccionador) y con los técnicos antes de las eliminatorias de clasificación para el Mundial y les comenté que valoraría esta opción al final de las mismas. Me ha costado dar el paso, pero...

¿Qué se lleva?

Recuerdos muy bonitos. El ambiente de los Mundiales a 7 de Hong Kong 1997 y Argentina 2001. Y el Mundial del 99. Y luego partidos de clasificación y alguno ante Gales, Australia, Suráfrica... Y sobre todo, amigos. Elegí un modo de vida, el rugby, del que sabía que no viviría. Pero volvería a hacerlo de nuevo.

¿Destacaría algún nombre propio?

No me gustaría olvidarme de nadie, pero si debo elegir uno, quizás, Alberto Socias, con quien empecé en esto con 15 años y con quien sigo manteniendo contacto pese a que él vive en Valencia y yo en Valladolid.

¿Ha cambiado mucho el rugby en estos años?

Mucho. He jugado 15 años en la Selección y llevo 20 en mi club y en ese tiempo esto ha evolucionado. Hay más dedicación. Antes nadie vivía del rugby, salvo casos aislados.

¿Hay futuro?

Italia es el espejo en el que debemos mirarnos. En los 90, estaban a nuestro nivel, pero decisiones como la profesionalización y ventajas fiscales a los clubes les llevaron arriba. Necesitamos inversión, iniciativas federativas y gubernamentales y prensa.

¿Es optimista o pesimista?

Tengo días. Hay gente que ha creado un escenario para el rugby en los medios como Ernest Riveras, usted o Vispe y eso unido al posible desembarco de los equipos de fútbol me hace ser optimista. Pero otros días...

¿Seguirá la saga Enciso?

¿Lo dice por el embarazo? Me gustaría que hiciera deporte, que eligiera uno de equipo y de entre los de equipo, el rugby. Pero veremos.

Gracias y suerte.