Polideportivo | Rugby
Europa está pendiente de Wilkinson y Michalak
La evolución de sus lesiones condiciona a sus países
En el rugby, deporte de equipo por definición, siempre hubo soldados y mariscales. Tendencia que se ha acrecentado en los últimos tiempos con jugadores que marcan hasta condicionar el juego de sus selecciones. Algo que ocurría puntualmente en tiempos pretéritos con nombres de enorme trascendencia como el neozelandés Don Clarke, el francés Guy Boniface o el escocés Gavin Hastings. Sin embargo, en los últimos años, la preeminencia del juego físico ha provocado que los pateadores hayan ganado trascendencia. Y si al rol de patear se le suma el de apertura, el protagonismo se dispara.
Inglaterra y Francia son dos ejemplos. Las lesiones de sus hombres más relevantes, los aperturas Jonny Wilkinson y Frederic Michalak, ha lastrado el presente de sus selecciones, que deambulan en busca de un patrón de juego al que aferrarse de cara al Mundial que arranca en Francia el próximo 7 de septiembre.
La historia de Jonny Wilkinson pasa por ser una sucesión episódica de lesiones sin explicación que le han impedido vestir la camiseta del XV del cardo desde la final del Mundial de Australia. Rodilla, espalda, tobillo, apendicitis... El caso es que el nuevo seleccionador de la selección inglesa, el socarrón Brian Ashton, le ha incluido en la lista de hombres que tomarán parte en el Seis Naciones. No llegará para el debut, pero regresará allá por la segunda o tercera jornada.
El Principito.
Michalak se lesionó los ligamentos de la rodilla con el Stade Tolousian y no estará hasta verano, pero Laporte, su seleccionador, le ha incluido entre los 40 elegidos para preparar el Mundial. Al Principito le han llegado cantos de sirena de clubes de Suráfrica y Laporte ha puesto un parche de apertura (el centro Damien Traille), en lugar de dar la alternativa al jugón Lionel Beauix. Dos hombres, dos cabezas, dos piernas, que tienen a media Europa pendiente.