Foro Ferrándiz-AS | Olimpismo
Coghen: "Madrid tiene que respirar deporte"
Mercedes Coghen fue nombrada hace un mes consejera delegada de la candidatura olímpica de Madrid para 2016. Tras la decepción de 2012, el sueño ha renacido y esta campeona olímpica de hockey hierba en Barcelona será su rostro. Ayer se presentó en público en el Foro Ferrándiz-AS.
Mercedes Coghen Alberdingk-Thijm, sí, así como suena. Hay apellidos que juegan al despiste, porque la consejera delegada de la candidatura olímpica de Madrid para 2016 (oficialmente denominada desde ahora como Madrid16) nació en la capital hace 42 años. Es gata, por tanto, y ejerce como tal con la típica mezcla de orgullo local y autocrítica irónica. El primer mensaje para sus paisanos es directo: "Para ganar, Madrid debe respirar deporte". En esa concienciación ciudadana radicará parte del éxito de su misión, que comenzó ayer con su primera comparecencia pública en el Foro Ferrándiz-AS.
Coghen no quiere que su sonrisa, que también será útil, lleve a equívocos sexistas y se presenta al más puro estilo Bond, James Bond: "Soy Mercedes Coghen, deportista de élite". Y no miente, ya que si quisiera podría lucir al cuello una medalla de oro olímpica en hockey hierba en Barcelona 92. Pero, tal vez porque los dolores cervicales son un incordio, prefiere un colgante de menos peso y más clase, aunque Freud vería en él un inconsciente recordatorio de los laureles pasados.
Los futuros dependen de una dura carrera de obstáculos con plazos ya marcados: "Estamos arrancando, todavía no tenemos estructura organizada ni sede, aunque en enero nos instalaremos en el Palacio de Comunicaciones, la antigua Casa de Correos, en Cibeles, uno de los edificios más emblemáticos de Madrid. A partir de ahí ya no hay freno. En 2007 el COE tiene que designarnos ciudad candidata, en septiembre responderemos al cuestionario del COI para que acepte nuestro proyecto, a partir de agosto de 2008 ya quedamos sujetos a su código ético y las visitas de la comisión y, finalmente, en septiembre de 2009 se decidirá la sede definitiva en Copenhage. Hasta ahí, y partiendo de la base magnífica de Madrid 2012, tenemos que convertir nuestro proyecto en una candidatura ganadora". Vamos, coser y cantar.
Coghen sabe que un sueño de esta envergadura mueve demasiados intereses como para evolucionar exento de celos e intrigas palaciegas, por ello lanza un mensaje integrador: "Tenemos que conjugar el puro deporte con la política deportiva. Contaremos con las federaciones nacionales e internacionales y hay que localizar y convencer a todos los españoles dispersos por las distintas comisiones federativas. Nuestros grandes deportistas deben actuar como embajadores desde el principio. Además, todas las instituciones, CSD, COE, Ayuntamiento y Gobierno, deben ir de la mano. La clave del triunfo de Londres fue que durante quince meses todos trabajaron juntos y a muerte. Ahora pido que todo el mundo piense 'quiero ser olímpico' y así podremos ganar". Si lo logra, la ONU debería nombrarla embajadora por la Paz.
Pero cuando crees estar escuchando ciencia ficción utópica, se pone seria y te recuerda su currículum: "Tengo un oro olímpico con el que nadie contaba. A través del esfuerzo, espero lograr lo mismo con Madrid: partir desde abajo para acabar muy arriba". Y la crees, porque es una mujer, por lo tanto más lista, con las cosas más claras y siempre con razón. Y si no, lo parece.
Además, da gusto escuchar ciertos conceptos en un foro deportivo: "Los Juegos son un arma de educación, unión de culturas, igualdad de géneros, mejoras para los discapacitados e integración del inmigrante y la tercera edad. Son un gran mensaje de paz y por eso los queremos". Y saben qué, en ese momento te apetece gritar oh capitán, mi capitán y viajar a Lausana a convencer al COI de que nadie desea los Juegos más que nosotros. Y no mentiríamos, intuyo.
Al ruedo.
Tras la exposición comienza el debate, primer examen serio para la consejera, aún algo verde en estas lides. Abre el fuego Gaspar Díez (Europa Press), recordando que el aluvión de campeonatos organizados por Madrid 2012 fueron, al más puro estilo de las guerras de Gila, una ventaja para el enemigo: "Es cierto. Mientras Madrid trabajaba, las otras ciudades aprovechaban para hacer lobby y ganar votos. Pero fue positivo porque a Madrid le faltaba experiencia y se revivió el espíritu deportivo de la ciudad. Aún así cambiaremos, organizaremos reuniones más pequeñas y juntas de las ejecutivas. Así logras más acceso a los miembros del COI con menos riesgo". Ojito, mundo, tenemos un plan.
Julián Redondo, de La Razón, roza lo metafísico: ¿Cómo se gana uno a los miembros del COI? Teniendo en cuenta que Londres ganó con un proyecto casi virtual a candidaturas tan sólidas como la de Madrid, si Coghen responde la creeré capaz de hacerme entender al fin lo de la Santísima Trinidad. Está cerca de lograrlo: "Tienen un perfil muy diverso y es difícil encontrar una pauta común. Para convencerles tienes que transmitirles un deseo inmenso de que te den los Juegos y que sepan que la ciudad va a cambiar gracias a ellos. Quieren saber que su idea es acertada". Vamos, puro ego, así que el COI es hombre.
Paco Grande (TVE) saca a relucir un tema tan incómodo como real, la rotación de continentes y que a Europa no le toca hasta 2020. "Es algo que nos preocupa, pero se habló con Jacques Rogge (presidente del COI) antes de tomar la decisión de presentarse y nos dijo que no es una norma definitiva. Es más, piensa que eso lo impuso Samaranch y él quiere hacer algunos gestos distintivos. Éste puede ser uno. Además, lo que el COI necesita al final son ciudades de calidad. Si miras el resto de aspirantes: Río, Roma, Chicago, Los Ángeles, Tokyo, quizás Doha... Todas tienen sus pegas. La universalidad no es la clave, es la preparación y nosotros lo estaremos", zanja Coghen.
Superados los prolegómenos, sueltan a los tiburones: los alumnos del San Estanislao de Kostka. En todos los Foros sucede lo mismo, al final los alumnos son más duros que los periodistas. Primer disparo, en 2020 habría más opciones. "Ha sido una decisión sabia presentarse al 16. Hay que ir siempre a la carrera, no arrugarse, demostrar que de verdad queremos ganar", explica Coghen.
Pero no hay respiro. Del fondo sale mi preferido: ¿Cómo piensa motivar a la gente de nuestra edad para hacer deporte en vez de salir a las discotecas a ligar? Parece una cuestión menor, pero conozco algún entrenador de instituto que pagaría un potosí por la respuesta. Coghen gana puntos al no ponerse madre pese a serlo: "Yo también he salido, hay tiempo para todo. Sólo te digo que lo que te da el deporte, sobre todo los amigos, no te lo da nada más. Yo aún lo hecho de menos". El chaval asiente, pero cuando mira a la chica de su lado parece olvidar rápido su futura carrera deportiva.
Antes de acabar, Coghen hace algunos anuncios: "Hemos decidido que el nombre oficial de la candidatura sea Madrid16. Tiene más fuerza y es más moderno que Madrid 2016. También queremos que el logo sea elegido por referéndum popular". Además, confirmó que Antonio Fernández-Arimany (ya un experto tras Madrid 2012 y Jaca 2014) se sumará a su equipo para unirse a Tania Passler y la propia Coghen en un grupo abocado a escuchar su nombre pronunciado de las más inverosímiles maneras.
Tanda final. Surgen la falta de cultura de clubes en Madrid ("No existe la tradición que en Cataluña y habrá que amoldarse"), el apoyo ciudadano ("Las encuestas lo cifraron en el 92%, más que nadie"), el Atleti y La Peineta ("El fútbol se lo come todo, pero en los Juegos el rey es el atletismo. Es un problema pero se hallará una solución") y Coghen hace una última declaración de principios: "¿Candidatura feminista? Depende de las personas y no del género, pero en Madrid 2012 todo eran chaquetas y corbatas, muy oscuro. Queremos darle más color y unas relaciones más humanas". Y así empieza su segundo camino hacia el oro.
Lissavetzky: "Habrá pleno apoyo del Gobierno"
Jaime Lissavetzky quiso apoyar a Coghen en su primer acto público. El secretario de Estado para el Deporte puso al Gobierno a disposición de Madrid16: "Mercedes, lo vas a hacer muy bien y estoy de acuerdo con todo lo que dices, pero tienes que darnos un libro de ruta. La olímpica es una sociedad rara y no sé qué hay que hacer para convencerla. Si politizamos, ¿cae bien o mal? ¿Qué necesitáis que hagamos? Sea lo que sea, cuenta con ello". Lissavetzky instó a Coghen a aprovechar el gran momento del deporte español a favor de la candidatura: "Vivimos la edad de oro de nuestro deporte, esa debe ser la tarjeta de presentación del proyecto. También hay que recordar que somos pioneros en la lucha contra el dopaje y que la Agencia Mundial Antidopaje nos ha reconocido, junto a Francia y a Australia, como líderes en esta batalla". La unión entre instituciones ya está en marcha. Gran señal.