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Ciclismo | Vuelta 2007

Los Lagos y los Pirineos condicionarán la carrera

La primera mitad del trazado, la parte más dura

<b>TÁNDEM. </b>Óscar Pereiro y Alejandro Valverde, líderes del I. Balears.
jesús rubio

La parte más dura de la Vuelta llegará en la primera mitad de carrera, pero la mayoría opinaba que el vencedor no se iba a decidir hasta el final. La única excepción era Matxin, director del Saunier Duval: "Los diez primeros días son durísimos y van a enganchar al público, pero veo complicado que se pueda mantener el interés en los días siguientes. Dicho esto, felicito a los organizadores por ser innovadores y asumir el riesgo".

Eusebio Unzué, su colega en el Illes Balears, coincidía en que "tras los Pirineos la general estará bastante definida, pero todavía quedarán Abantos y la última crono. Es una Vuelta que exigirá estar muy bien al principio y también al final". El técnico navarro confirmó que Pereiro será el líder del equipo en la Vuelta. "Con Valverde, habrá que ver cómo termina el Tour para decidir si le inscribimos también en la Vuelta".

Pereiro estaba contento de que la Vuelta empezara en Galicia. "Correré por carreteras por las que entreno siempre y con mis amigos animándome al borde de la ruta. Viviré sentimientos que seguro no podré olvidar". También le complacía que la carrera fuera "menos dura que el año pasado. Seguro que esto va a atraer a más corredores a disputarla. Tendremos mayor competencia extranjera, pero yo estaré en mejor disposición que este año. Los festejos a que me vi obligado por el Tour impidieron que me preparara bien". Respecto a su triunfo en el Tour, Pereiro decía estar "ya aburrido" de tener que responder a las mismas preguntas. "Yo no me puedo sentir aún vencedor del Tour y el problema es que tampoco puedo disfrutar de ser segundo. No entiendo como una carrera como el Tour no ha decidido ya el vencedor".

Innovaciones.

La Vuelta, que perdió este año un 7% de su audiencia, ha descartado las etapas matinales en fin de semana, pero volverá a intentar innovaciones. "La Vuelta es un reality show. Hay que meterse en el pelotón. Pero es complicado modernizarse cuando, por ejemplo, te encuentras que los directores no admiten micrófonos en sus coches".