La intrahistoria
El Código Ético se volvió en contra de su impulsor
Aunque Manolo Saiz siempre ha tratado de negarlo, todos coinciden en que él y Heinz Verbruggen fueron los que parieron el ProTour. La idea era buena, una liga fuerte que reuniría a los mejores equipos en las mejores carreras. Pero muchos sectores salieron perjudicados y Verbruggen, que sigue siendo el capo de la UCI desde su puesto de presidente de honor, no quiso rectificar ni un ápice de un sistema controvertido.
Entre las bases de esta competición estaba el Código Ético, según el cual serían expulsados equipos y ciclistas que estuvieran salpicados por escándalos de dopaje. Saiz ha sido víctima de su propia creación.
Esta por ver si el técnico cántabro recibirá una sentencia contraria, cuándo y de qué calibre. Pero lo que está claro es que Manolo Saiz fue pillado in fraganti justo en el pistoletazo de salida de la Operación Puerto. La Guardia Civil le detuvo (23 de mayo) reunido con Eufemiano Fuentes en una cafetería, con 60.000 euros en el bolsillo que él trató de justificar como un dinero para pagar una concentración del equipo.
Pero la Guardia Civil había grabado conversaciones entre ambos e incluso otra entre Eufemiano y su colaborador Ignacio Labarta, en la que se hablaba de una entrega y un pago que debía abonarles El Gordo, personaje que, al parecer, la Guardia Civil indentifica como Manolo Saiz.