Juegos Asiáticos | Natación
Lección de orgullo de los niños nadadores de Irak
Amer (10 años), Ahmed (12) y Ali (14), en los Juegos Asiáticos. Hermanos Ahmed cuida del pequeño Amer como si fuera su padre
Son días duros para nuestro pueblo. Sin embargo, Amer, Ahmed y Ali están en Doha representando con orgullo y dignidad a Irak. Son el futuro de nuestro país y en su fe inquebrantable están depositadas nuestras esperanzas de futuro". Estas palabras del seleccionador de natación iraquí, Sarmad Mohamad, reflejan el ánimo de sus nadadores. Un peculiar equipo formado por tres deportistas menudos: Amer (10 años), Ahmed (12 años) y Ali (14). Los dos primeros son hermanos y siempre prefirieron Thorpe al yankee Phelps. Ali es el 'veterano' del equipo a sus 14 años y no se amilana ante rivales de superior edad y talla. En su serie de 200 m. libres fue último con un tiempo de 2:10.87, a nueve segundos de Unamboowe, de Sri Lanka. En la de 400, nadaban él, su compañero "y amigo" Ahmed, al que venció por 13 segundos de margen, y el qatarí Jamil Yamout, ganador de la serie con 13 segundos menos que Ali.
Ahmed es el más completo de los tres, el más fuerte. Siempre está pendiente de su hermano Amer, del que cuida como si fuera su padre. Ahmed logró un meritorio segundo puesto tras batir en la serie de 200 m. libres al nadador de Maldivas, Mohamed (de 16 años, cuatro más que Ahmed). Hoy concluirá su participación en los Juegos Asiáticos nadando a las 10:13 de la mañana (hora local) la primera serie de 100 m. libres.
85 deportistas forman una expedición en la que se echan en falta los grandes nombres del deporte iraquí. ¿Dónde están sus estrellas? La guerra viene a la mente de todos, pero nadie habla de ella. El seleccionador Mohamad prefiere no hablar de los que no están.
Quien habla sin tapujos de la guerra es Harem Ali, único iraquí que ha logrado una medalla en los Juegos Asiáticos hasta el momento. El halterófilo, bronce en categoría de 77 kilogramos, dedica su medalla a sus paisanos: "Confío en haber arrancado una sonrisa a los iraquís en estos días de sufrimiento para nosotros". Kadir Basha, su preparador, va más allá: "Con esta medalla secaremos las lágrimas del pueblo iraquí. La circunstancias bélicas del país nos obligaron a emigrar de Bagdag al sur para preparar los Juegos. Desde el Kurdistán hacemos partícipes a los iraquís de este éxito". El rostro de Harem en el podio reflejaba la tristeza de un pueblo en guerra: "Estoy aquí porque es mi deber. Mi tristeza no me dejar celebrar la medalla".
Los Ali no incrementarán el bagaje iraquí en el medallero, pero el empeño derrochado en el Hamad Aquatic Centre de Doha les ha granjeado la simpatía de aficionados y rivales. Son los niños nadadores de Irak y su peculiar filosofía del deporte y de la vida: "El mañana comenzó a forjarse ayer".