Federer espantó sus fantasmas ante Nalbandián

En el disco duro de esa máquina de jugar al tenis que es Roger Federer aún hay un archivo que cada vez que se enfrenta a Nalbandián le recuerda su derrota en la final de Shaghai del año pasado. Ayer los nubarrones se cernían sobre el suizo después de que el argentino le doblegara en el primer set tras romperle una vez el servicio.

Pero Federer cambió el paso y comenzó a aumentar la agresividad de su juego. "A Nalbandián hay que apretarle provocando sus errores. No pude hacerlo en el primer set y eso me costó perderlo", confesó el helvético en la sala de prensa tras vencer al argentino. En el segundo, Roger Federer subió la intensidad de sus golpes y sus bolas comenzaron a acariciar las líneas, para desesperación de su rival, al que lastró su fragilidad en el servicio. El tercer set no tuvo historia: Federer encadenó 15 puntos seguidos y el partido se plantó en un 5-0 para el suizo en un santiamén. El resumen final del partido lo hizo el propio Nalbandián: "Roger es capaz de conectar cualquier golpe en cualquier circunstancia. Y así es imposible ganarle".

En el segundo partido del Grupo Rojo, se escenificó un tiroteo entre dos de los más destacado cañoneros de la ATP (Roddick-Ljubicic) que concluyó con triunfo del estadounidense por 6-4, 6-7 (9-11) y 6-1. Roddick, que sumó 20 aces por 16 del croata, estrenaba preparador en la persona del legendario Jimmy Connors, quien acompañó a su pupilo para alentarle desde la grada.