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ACB | MMT Estudiantes 94 - Winterthur Barcelona 84

Gesta colegial ante un Winterthur sin Navarro

Jasen y Gonzalo Martínez, básicos en la remontada madrileña

<b>ÉPICO. </b>McDonald encesta frente a una batería de rivales. Estudiantes remontó una desventaja de 15 puntos ante el Winterthur tras el descanso.
felipe sevillano

Mientras los toreros volvían felices a la cancha, mientras el Palacio de Deportes bullía de entusiasmo ante la gesta del Estudiantes (6,5 millones de presupuesto) frente al Barça (22, el mayor de su historia), me asaltaba una sospecha escalofriante: ¿Será el año de la caída de los dioses? Esto acaba de empezar, pero Joan Plaza triunfa en el puesto de Malj­kovic, y el admiradísimo Dusko Ivanovic fracasa en el Winterthur Barcelona. La pepita de oro sembrada por Pepu Hernández en Japón puede dar frutos sorprendentes en España.

En un partido loco en la cancha, cuando la sentencia quedaba pendiente del último cuarto (66-73, min. 30), la cordura era la fórmula para triunfar. Y Pedro Martínez le dio un baño a Ivanovic en estrategia. Sentó a Sergio Sánchez, que había malogrado una reacción colegial con tres chupes consecutivos, y colocó de director a Gonzalo Martínez, que lo bordó. Unido eso al ímpetu arrollador de Pancho Jasen y al individualismo de los bases contrarios, la transformación fue absoluta: 13-5 de parcial, Estudiantes arriba en el tanteo (79-78, min. 36) tras haber llegado a perder por 15 (41-56) poco después del descanso.

El único que resistía en el Bar­ça era Marconato, que hacía valer su envergadura para capturar rebotes de ataque, forzar malos tiros a sus rivales por la intimidación y anotar con frecuencia frente a McDonald o Nikolic. Pero el pívot italiano hizo la cuarta falta (otra aportación de Jasen en su memorable escalada) y el técnico azulgrana le mandó al banco... por el resto del choque.

Ivanovic cometió pues el pecado infantil de algunos técnicos que aplican el manual en exceso. Evitó la eliminación de su hombre clave, pero a un precio muy alto: le costó el partido. Porque Estudiantes, pletórico ya de moral e impulsado por un público en pleno delirio, estuvo arrollador en los últimos minutos y acabó ganando con su máxima renta (94-84), frente a un Barça que, como confesó semanas atrás Juan Carlos Navarro, "no juega a nada".

El escolta barcelonés, renqueante por un esguince de tobillo, fue baja en este encuentro. En la primera mitad no se notó su ausencia (De la Fuente mantuvo 20 minutos a cero a Pancho Jasen), pero luego Basile (5/13 en tiro) y Ukic (2/7) desan­graron a su equipo con tiros absurdos, y sólo Lakovic llenó en parte el hueco de La Bomba. Ivanovic se marchó desolado. Triste imagen del ídolo caído.