Aplasta a Chequia con Roqué estelar

España cargó sus alforjas de bicarbonato porque preveía indigestión y la cosa acabó en empacho. Inquietos por el tonelaje checo y el tino de Kafka, el partido resultó una exhibición de oficio de una España que palía con riñones su falta de kilos en la delantera. Se presumía un Kafka protagonista, pero el pibe Roqué (4 golpes y 3 transformaciones) le arrinconó con su telescópica patada.

Amaneció el encuentro en territorio español, pero los errores de Kafka hipotecaron el dominio local. España, por contra, no desperdició puntada mientras Chequia gobernaba la touche. Los nuestros eran más dinámicos en los agrupamientos. Ejemplo práctico, el primer ensayo: un flanker, Mata, posaba una jugada iniciada por un pillier, Salazar. El 0-13 del descanso provocoba en Chequia efectos kafkianos. El susodicho emigraba del centro al medio melé con el consiguiente desgobierno. En ese río revuelto pescó Feijóo atravesando las líneas enemigas (0-20).

España bajó la velocidad de crucero y Chequia respiró (12-26). Glyn ordenó zafarrancho amortajando la eliminatoria con el ensayo de Álvarez. Despejadas las dudas en la tercera (bien Astarloa) y optimizado el eje de operaciones (Feijóo-Roqué), la delantera gana cuajo y sólo falta sacar lustre a la zaga. Bienvenido, Míster Glyn.