Serena Williams vuelve con el hambre de antes

El pasado mes de enero, Serena Williams, la pantera negra que ha dominado el tenis mundial en los últimos tiempos, ofreció una imagen patética en el Open de Australia. Una foto con unos pantalones piratas blancos dejaba patente su exceso de kilos. Daniela Hantuchova la mandó a casa. Una lesión de rodilla y un desinterés creciente por el tenis hacían pensar en su retirada. Pero ha vuelto.

Tras estar seis meses parada y jugar sólo cuatro torneos este año, precisamente ante Hantuchova consiguió meterse en la tercera ronda del US Open (que jugará hoy frente a Ana Ivanovic si el huracán Ernesto no lo impide). El show de las Williams ha vuelto, aunque su hermana Venus sólo lo ofrezca en la grada con sus trencitas rastas y sus modelitos. Una lesión de muñeca la tiene parada.

Serena es puro espectáculo y ella se cuida de que no decaiga. Ni en el vestido. "Tiene influencias asiáticas. El color púrpura es además muy caliente", cuenta la doble campeona del torneo (1999 y 2002). La potente jugadora afroamericana dice estar mejor de su lesión de rodilla. "Antes no podía estar ni una hora sobre la cancha, pero ahora podría estar jugando seis seguidas", afirma la tenista de 25 años que diseña su propia ropa para los torneos. Serena ha entrado en el cuadro del US Open con una invitación, ya que ahora mismo ocupa el puesto 91º en el ranking de la WTA y llegó a estar en el 139º al comienzo del verano. Un mes en la academia de Nick Bollettieri, en Florida, le ha servido para ponerse a tono. "Mi deseo es probablemente mayor que nunca". Serena tiene hambre.

Agassi y Moyá siguen adelante

Dos viejos rockeros siguen dictando cátedra en el US Open. Por un lado, Andre Agassi no quiso decir adiós al tenis ante una de las nuevas caras del circuito, el chipriota Marcos Baghdatis, y le derrotó en segunda ronda por 6-4, 6-4, 3-6, 5-7 y 7-5 en casi cuatro horas de partido. "Me sentí fenomenal... y qué mejor momento para ello", declaró el maestro que dirá adiós al tenis en cuanto le eliminen del torneo. También Carlos Moyá, que acaba de cumplir 30 años, se metió en la tercera ronda tras derrotar al francés Paul-Henri Mathieu por 7-6 (7/5), 7-6 (9/7) y 6-4 a base de buenos saques y soltura con el drive. "Me siento seguro de nuevo y lo demostré en los desempates", resumió el mallorquín. Su paisano Nadal jugará hoy contra Wesley Moodie.