Valverde se impuso en el Alto del Morredero
Valverde apareció en el último instante cuando parecía que el kazako Vinokourov se iba a llevar la etapa, y con un esprint demoledor doblegó a todos sus rivales, demostrando que puede ser el candidato número uno al triunfo final.

El español Alejandro Valverde, del Illes Balears, mostró su autoridad en la cima de El Morredero, donde realizó una de sus magistrales exhibiciones, ganó el pulso a Carlos Sastre y encontró a un rival de entidad, el esloveno del Discovery Janez Brajkovic, a sus 22 años revelación de la carrera y nuevo maillot oro.
El doble subcampeón del mundo, de 26 años, regaló un final digno de las clásicas, donde en un grupo de selectos podía ganar cualquiera. Pero fue el murciano, por velocidad, quien levantó los brazos con un tiempo de 4h.01.05, con su principal rival, Carlos Sastre (CSC) a 4 segundos y Gómez Marchante (Saunier) tercero a 6. Brajkovic, joven y desafiante, llegó cuarto a 7 segundos. Valverde ya ganó en este escenario en la Vuelta a Castilla León de 2004, por lo tanto territorio familiar. El ruso Menchov perdió 10.32, todo un dato.
El vencedor de la Lieja-Bastoña-Lieja y de la Flecha Valona no cosechó diferencias importantes, aunque destacó el pellizco de 20 segundos de la bonificación. Más valor tuvo el golpe moral ante sus rivales, que comprobaron su buena puesta a punto. "Ha sido un final espectacular pero es un pequeño paso. Habrá que tener cuidado con Brajkovic, que va bien contrarreloj y está muy fuerte", explicó a la llegada.
Brajkovic, campeón del mundo sub 23 de contrarreloj en 2004, el chaval que deslumbró al técnico del Discovery, se vistió de oro líder, con sonrisa de niño y modestia a chorros. "No pienso en ganar, solo en ir día a día y ya veremos qué pasa". El niño del este de Europa, que solo teme "al mal tiempo", aventaja a Valverde en la general en 5 segundos y en 10 a Sastre, segundo y tercero respectivamente. Gómez Marchante cuarto a 22 está en la pelea, con el kazako del Astana Kashechkin un segundo detrás, cerrando el quinteto de aspirantes.
La historia de la etapa hasta el inicio del ascenso a El Morredero la escribieron el suizo Loosli (Lampre), el belga Scheirlinckx (Cofidis) y el campeón de Hungría Bodrogi (Credit), con una escapada autorizada por el gran pelotón hasta la entrada en escena de los elegidos de la carrera. El trío alcanzó una renta cercana a los 13 minutos en el km 101, momento en que hubieron de intervenir los hombres del Saunier, Euskaltel e Illes Balears, ya que el Liquigas del líder no se dejaba precisamente la piel en las labores de caza.
Las diferencias se fueron recortando hasta el inicio de los 18 kms de ascenso al Morredero, que esperaba con su pelado paisaje y sus rampas de hasta el 15 por ciento, y una media del 6 por ciento. El único que aguanto el tirón fue Loosli, pero el helvético cedió a 2 kms del final, cuando la gresca ya estaba organizada entre los grandes.
Valverde muy fuerte
El Balears llevó cómodo a Valverde hasta la pancarta de 10 kms para el final, pero los ataques exigieron esfuerzo sin reserva. Luis Pérez (Cofidis) seleccionó el grupo con un fuerte demarraje, el propio Valverde lo intentó en dos ocasiones, pero sus rivales estuvieron atentos.
A falta de 3 kms se mostró Iban Mayo, en su terreno ideal, pero sin suerte alguna. Luego Vinokourov, con ganas de olvidar las penas de la temporada se fue con el propio Brajkovic haciendo pasar apuros a Valverde. El kazako se disparó a falta de 1 km de meta, en uno de sus clásicos ataques, generalmente productivos, pero el rubio del Astana no contaba con la dura factura de las últimas y definitivas rampas de El Morredero.
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Valverde, al ver la debilidad de "Vino" lanzó el latigazo definitivo, imparable e inalcanzable. Sastre intentó pegarse, pero sin estorbar la celebración de corredor llamado a levantar a la afición española en las horas de la siesta. En su cuarta participación alcanzó la cuarta victoria en la Vuelta, allí, en aquella cima que estrenó Roberto Heras en 1997.
La octava etapa de la Vuelta entre Ponferrada y Lugo, de 181 kms ofrecerá otro respiro al pelotón antes de enfrentarse a la etapa reina, por lo tanto los favoritos guardarán fuerzas y los esprinters buscará la gloria en la capital lucense. La carrera llega a Galicia después de 11 años de ausencia.