Marchante luchará por el podio de Madrid

Todos estos años viendo peleas entre españoles en la Vuelta y en La Covatilla, primera etapa de montaña, y ayer soplaron vientos del este: Janez Brajkovic, de Eslovenia, y Andrei Kashechkin, de Kazajistán, fueron las grandes sorpresas del día. Sobre todo el primero. En cuarto lugar, tras ambos y Di Luca, llegó el primer español: José Ángel Gómez Marchante, cuyo puesto es una relativa sorpresa, pues muchos le apuntan como la posible revelación de la Vuelta.

"El haber sido el primer español es una anécdota. Yo lo que quería era ganar la etapa", dijo el madrileño de San Sebastián de los Reyes, un ciclista combativo, quizás demasiado impaciente, que atacó en el grupo de los favoritos a seis kilómetros de la cima. "Faltaba mucho, pero si salí fue porque pensaba llegar. Luego, cuando me alcanzaron Di Luca y Brajkovic, vi que se estaban marcando e intenté sorprenderles, pero me fallaron las fuerzas, no es que las midiera mal, creo que lo que me ha pasado es que he bebido demasiado durante la etapa, pero no he comido lo suficiente. Y lo he pagado en los kilómetros finales. Pero tampoco es excusa. Di Luca ha estado muy fuerte y ha ganado como un campeón".

Pese a todo, Marchante sacaba ayer consecuencias positivas. "Por lo menos se me ha visto en carrera. Y voy a seguir así, intentando dar espectáculo, luchando para intentar ganar una etapa o terminar subiendo al podio de Madrid, que es mi gran objetivo. Vamos a ver si lo consigo, porque después de haber hecho el Tour no sé si llegaré bien de reservas al final de la Vuelta, que también es muy dura. De momento mi comienzo es bueno. Pero queda todavía mucha tela", remachó el madrileño.