Chente Gª Acosta
"De niño ganaba todas las carreras"
¿Cómo le dio por el ciclismo?
Por mi padre, que era un gran aficionado, y también porque en Tafalla (Navarra) hay una gran tradición. Lo practicábamos unos sesenta niños y nos llevaban a las carreras en autobús.
Por entonces no sería un gregario, claro.
Todo lo contrario. Ganaba todas las carreras. A los 12 años yo ya medía más de uno setenta y a los 16, lo que ahora (1,86 m). Era mucho más grande que el resto. Una vez doblé a casi todos en un circuito y mi padre, en vez de felicitarme, me riñó y me dijo que era un abusón.
¿Y no le pillaron para el baloncesto?
Lo intentaron, pero no me gustaba. A veces se me doblaban los dedos cuando me pasaban el balón. Practiqué fútbol, de medio defensivo, pero poco tiempo.
Y de ganar carreras, ¿cómo se recicló en ayudar a los demás?
Siempre tuve claro cuál era mi sitio. Y con ello estoy durando muchos años. Y los que me quedan.
Si no fuera ciclista...
Sería tornero fresador. Saqué un título para trabajar en ello.