"Quiero ganar, pero no tengo que demostrar nada a nadie"

¿Qué ha sentido cuando le han impuesto el maillot amarillo de vencedor de la Vuelta 2005?

Ha sido raro. Ya ha pasado un año de aquello. Y bueno, ha sido un detalle bonito, pero no tiene que ver con la alegría de cuando te lo llevas al final de carrera y lo celebras con tus compañeros, tu familia, tus amigos... No es igual ganar así. No me siento ganador de esa Vuelta, aunque es algo que queda en la estadística y para mi palmarés.

¿Lo celebró cuando le comunicaron que había ganado tras el positivo de Heras?

No. Estaba en Rusia de vacaciones. Me enteré por Internet y, luego, por el equipo.

¿Sale en esta Vuelta motivado para demostrar que puede vencer sin rebotes?

No creo que tenga que demostrar nada a nadie. Si acaso a mi mismo. Yo quedé satisfecho con mi segundo puesto. Pero, evidentemente, quiero ganar esta Vuelta.

¿Se ve con opciones?

Depende de mis fuerzas. Esta Vuelta va exigir mucha regularidad. Hay etapas duras al principio y también al final. El recorrido es más duro que el del año pasado.

¿Le perjudica?

Me hubiera venido mejor que las cronos fueran más largas. Si mis piernas están bien, el trazado no es malo para mí.

-¿Teme acusar el cansancio del Tour?

-Eso lo tengo que comprobar una vez empecemos. Una carrera de tres semanas siempre desgasta y es evidente que el segundo pico de forma no es el mismo.

-¿Esperaba hacer algo más?

-Esperaba llegar al podio. Pero una bronquitis en los Alpes lo complicó todo. Tampoco fue mal. Gané la primera etapa de montaña en Pla de Beret y quedé sexto (quinto sin Landis). El balance es positivo.

-Se le vio más agresivo...

-Había que serlo si quería hacer podio. Me daba igual quedar cuarto o sexto.

-¿A quién ve como rivales en la Vuelta a España?

-Hay varios. Valverde, Sastre, Vinokourov, que no ha corrido una de las grandes y no sabemos como va a estar. Y Mayo, si mantiene la forma de las últimas carreras.