Atletismo | Dopaje

Marion Jones, cazada con EPO

Habría dado positivo en el mes de junio

<b>PARÓN. </b>El positivo por EPO  acabará con la carrera de Marion.
Enrique Ojeda
Actualizado a

Marion Jones hizo gala de su apodo de Reina de la velocidad y desapareció en la mañana del viernes en Zúrich sin competir en el mitin, invitada por primera vez en dos años. Fue una fuga desesperada que los organizadores justificaron "por motivos personales" de la estadounidense, que había recibido una llamada desde Estados Unidos. Luego se supo que el Washington Post publicaba que la atleta de las cinco medallas olímpicas habría dado positivo por EPO en el control habitual y rutinario del campeonato de los Estados Unidos disputado en junio en Indianápolis. Alguien se lo anticipó a Marion, y la cinco veces campeona mundial puso pies en polvorosa sin dejar rastro.

El nombre de Marion hace tiempo que estaba bajo sospecha tras estallar el caso Balco de dopaje con esteroides en Estados Unidos. Aunque jamás había dado positivo en los controles a los que se había sometido, en Europa los grandes organizadores habían vetado su presencia por los recelos que levantaba: su ex marido, el lanzador de peso Hunter, no participó en los Juegos de Sydney por un positivo con nandrolona; y el padre de su hijo y novio actual, el velocista Tim Montgomery, se retiró a finales de 2005 después de haber sido suspendido dos años por violar las reglas contra el dopaje.

Marion Jones, de 30 años, sin embargo sostenía su inocencia contra viento y marea, y en este verano parecía haber encontrado la estabilidad que le faltaba en las últimas campañas, y eso que este mismo año estuvo envuelta en un incidente de fraude bancario.

Marca en Roma.

Recientemente la velocista había bajado en Roma de los 11 segundos en 100 metros, lo que no hacía desde el 10:90 logrado en Madrid en 2002. Es más, había vuelto a conquistar el título estadounidense el pasado junio, el decimocuarto en su carrera, pero el primero desde aquel lejano 2002, también porque en este tiempo ella había sido madre.

Ahora se enfrenta a dos años de suspensión, y, lo más grave, a que se vuelvan a abrir las heridas malcerradas del caso Balco, las mismas que cuestionaron sus medallas olímpicas en Sydney.

Lo peor es que este nuevo escándalo se produce en unos momentos muy sensibles en con el dopaje en Estados Unidos: el béisbol mantiene abierta la investigación sobre Barry Bonds, un héroe en desgracia a quien no se le aplauden sus nuevos récords; en atletismo, el velocista Justin Gatlin ha sido desposeído de sus marcas por dóping; y, por lo mismo, Floyd Landis va a perder oficialmente el Tour.

Landis, Gatlin y Bonds

Floyd Landis

Ganó el último Tour de Francia tras una demostración portentosa, con la cadera destrozada y casi cojo. Su perfil le confirmaba como un nuevo héroe para los estadounidenses, pero su éxito duró una semana: el positivo por testosterona confirmado este mes le aleja del pedestal de los triunfadores.

Justin Gatlin

Campeón olímpico y mundial en 100 metros, Justin Gatlin, no volverá a correr tras su positivo por testosterona confirmado este mes. En 2001 ya había dado positivo en el campeonato de Estados Unidos por consumo de anfetaminas, y la reincidencia se castiga con la sanción a perpertuidad en atletismo.

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Barry Bonds

Este mes la fiscalía que le acusa en Estados Unidos de consumo de esteroides y de perjurio, ha logrado que el juez del caso anule el secreto profesional de los periodistas en Estados Unidos, para que citen las fuentes que acusan de dopaje al que era una estrella del béisbol.

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