Valverde pega primero

Si usted es aficionado al ciclismo, madridista o marbellí, y no digo ya si reúne las tres condiciones, es muy probable que en estos momentos sea presa del desencanto, la nostalgia y los llantos repentinos. Aunque cada problema necesita de una terapia, en los tres casos hay una razón para el optimismo: nunca se está más cerca de la regeneración que cuando se reconoce el problema y se intenta atajar. Escuece, pero cura.

Así que centrados en el ciclismo, les invito a no rendirse. Los últimos y truculentos acontecimientos no son una amarga sorpresa, sino una exposición de la cruda realidad. Las expulsiones de varios favoritos no desvirtúan la carrera, la limpian. Seguro que hay otros implicados, pero ahora tendrán miedo, serán prudentes y es de esperar que interrumpan sus tratamientos. Eso ya es algo. Hay que tener fe, aunque sea en la Guardia Civil, el FBI y los Carabinieri.

Ha comenzado el Tour, y como es diferente y único, no habrá que perdérselo. Arrancó ayer, semioculto tras el Mundial y con un prólogo de siete kilómetros que ganó sorprendentemente Thor Hushovd, un tanque noruego que teníamos por especialista en las llegadas masivas. Pero hubo más sorpresas. Muy pocos ciclistas superaron los 50 km/h de media (el ganador alcanzó los 51,4), cuando en tiempos no muy lejanos los mejores se hubieran acercado a los 55.

Hushovd superó por centésimas a Hincapié, tan fiel escudero de Armstrong en el llano y la montaña que muchos lo apuntan como candidato. A cuatro segundos de ambos se clasificó un excelente Alejandro Valverde, que se ha convertido, por las ausencias, en el principal favorito para la victoria. Cualquier malvado podría sospechar que los españoles hemos limpiado el Tour para colocar en primera línea a nuestro mejor corredor. Es una suerte que los franceses no sean suspicaces y, sobre todo, que estén distraídos con el Mundial. Pero todo se andará.

El listín.

Como cualquier ciclista notable ha pasado a tener opciones, hay que hacer recuento: Savoldelli perdió 8 segundos, Landis 9, Evans 13, Kloden 17, Popovych 20, Leipheimer 21, Simoni 25, Sastre y Menchov 26, Mayo 32 y Cunego 41. A los tapados, que los habrá, todavía nos se los distingue.

A partir de hoy, y hasta la crono del próximo sábado (52 km), nos esperan seis etapas aptas para los velocistas. Para empezar, Boonen tratará de arrebatar el amarillo a Hushovd con ayuda de las bonificaciones en meta. Freire andará por allí. Esto es el Tour, tan maravilloso como siempre.