El equipo de Manolo Saiz no ha aceptado su exclusión del Tour de Francia y se propone participar mientras que no haya un impedimento legal. De momento éste no existe, porque aunque los organizadores se han acogido a un artículo (2.15.262) del reglamento de la UCI para prescindir del Astaná-Würth, la propia UCI no apoya esta decisión.
Enrico Carpani, jefe de prensa de la UCI declaró ayer en cyclingnews.com que "no se puede tomar una decisión de la gravedad de dejar fuera a un equipo como Astaná-Würth teniendo únicamente como base las informaciones de un periódico".
Los corredores del equipo van a seguir el plan de viaje previsto. Ayer durmieron todos en un hotel de Madrid, incluido el kazajo Alexander Vinokourov, que viajó desde Niza para partir hoy desde Madrid a Estrasburgo con todos sus compañeros. El equipo tiene también previsto pasar mañana los controles médicos reglamentarios. Con ellos no irá Manolo Saiz, pero los ciclistas le han pedido a Pablo Antón, que viaje también con ellos dada la problemática situación.
Porque el Tour está empeñado en que el Astaná no tome la salida. Es probable que los ciclistas incluso se encuentren sin hotel al llegar a Estrasburgo, porque la reserva pertenece al Tour y no cuentan con este equipo.
Decidirá el TAS.
En todo caso, será el Tribunal de Arbitraje Deportivo el que decida sobre el caso. Es el Tour, y no el equipo, quien tiene que presentar su reclamación al TAS, cosa que hizo ayer mismo. Hoy se nombrará un juez único para el caso, que mañana oirá las alegaciones de ambas partes y tomará su decisión el viernes.
El Tour basa su reclamación en el artículo citado que permite a una organización vetar la participación de "un ciclista o un equipo que dañe gravemente la imagen del ciclismo o de la carrera". Los organizadores aportarán al TAS las informaciones publicadas por El País y por el Diario AS.
El Tour cree suficientemente probado la relación de Manolo Saiz con la trama criminal descubierta en la Operación Puerto y que más de la mitad de los corredores del equipo han utilizado tratamientos dopantes.
"Es una decisión injusta para los corredores que no se dopen", reconoció Jean Marie Leblanc, director del Tour, "pero estamos en el terreno del crimen organizado, con gente que gana dinero poniendo en peligro la salud de los corredores y la credibilidad de las pruebas ciclistas".
Leblanc añadió que el Tour aceptará en cualquier caso la decisión del TAS, pero que expresarían su tajante desaprobación en caso de que fuera favorable al Astaná. Y se lamentó de que tenga que ser el Tour el que tome decisiones que la UCI "no tiene la valentía de afrontar".
Interviene Kazajistán.
Pero el conflicto tiene tintes más allá de lo deportivo, porque no hay que olvidar que el equipo lleva el nombre de la capital de Kazajistán (Astaná), los colores de la bandera de este país asiático, que en él corre el mayor héroe deportivo kazajo, Alexander Vinokourov, y que todo el mundo allí está expectante con sus posibilidades en el Tour.
Andrey Kashechkin, otro de los tres kazajos que quieren disputar el Tour con el Astaná, comentó a L'Equipe que el propio presidente de Kazajistán, Nursultán Nazarbayev, iba a hablar con Jacques Chirac, su homónimo francés, para mediar en el conflicto. Y Francia tiene muchos intereses económicos (gas y petróleo) en Kazajistán.
