Los ciclistas sabotean la 'Operación Puerto'

No se había cubierto ni un kilómetro en el Campeonato de España cuando los más de doscientos ciclistas que componían el pelotón decidieron parar la carrera. El motivo eran las informaciones publicadas ayer por El País, de las que también se hizo eco AS, sobre documentos del sumario de la Operación Puerto.

En la información se apuntaba que como clientes de la trama de dopaje hay 15 ciclistas del ex Liberty y 23 del Comunitat Valenciana. Y fueron componentes de ambos equipos los que promovieron el Motín de Móstoles.

Mayoría.

Pero no los únicos. Corredores de peso en otros grupos les apoyaron. Hubo algunos que no estaban de acuerdo y querían disputar el Campeonato, entre ellos Paco Mancebo, como figura más destacada, pero eran franca minoría. Y les hubiera dado igual. "Si hay algunos que siguen, en la primera vuelta les paramos", se oyó decir a un ciclista del Comunitat Valenciana.

Vicente Belda quería promover una protesta para que el Gobierno hablara con el Tour y recuperar la invitación de su equipo a la ronda francesa. La información que ayer publicó El País vino a alimentar este intento y lo sobredimensionó. En todo caso fue una decisión improvisada. Bastaron unos minutos para gestarla antes de darse la salida y menos tiempo aún para ejecutarla una vez se puso en marcha el pelotón.

Los ciclistas volvieron a meta y tuvieron una reunión en el pequeño habitáculo del camión que sirve de podio. Entraron dos representantes por equipo en un espacio que parecía el Camarote de los Hermanos Marx. Y allí se decidió que se haría una nueva reunión en un hotel de Móstoles, de la que, tres horas después de comenzar el conflicto, salió el comunicado que publicamos en esta misma página.

En esa nota se habla de daño a la dignidad del ciclista y de la injusticia de que se generalice con las acusaciones de dopaje. Pero antes del comunicado, las razones que daban los corredores sonaban viejas. "En el sumario hay gente de muchos deportes, pero sólo han salido los nombres de los ciclistas", aducían muchos, que además culpaban a la Prensa de una imaginaria campaña que "está haciendo mucho daño al ciclismo". Como si las detenciones y redadas de la Policía sólo existieran en la mente de los periodistas.

"Ya está bien. Tenemos que estar unidos de una vez", era otro argumento común para justificar esta especie de sabotaje a la Operación Puerto. Una solidaridad mal entendida que no marca diferencias entre los sanos y los tramposos.