Muchos veteranos, de esos que iban de Quijote por el mundo buscándose la vida hasta ganar un Wimbledon como Santana, el British Open como Ballesteros o 12+1 Mundiales como Ángel Nieto miran ahora con sana envidia a gente como Rafa Nadal. Ellos podrían haber ganado muchísimo más si a su lado hubieran tenido al IMG de turno. Pero eran otros tiempos. Épocas en las que casi todos los ingresos se reducían a los premios por las victorias. Ahora se piensa tanto en alzar trofeos como en rentabilizar los éxitos. Las grandes agencias invierten en productos-deportistas que luego se hartarán de fimar contratos. Hay que tener olfato y paciencia para detectar un talento y convertirlo en un icono. Este año en París el gran público ha descubierto a Nicole Vaidisova, una Lolita checa con la misma traza de Sharapova y Kournikova, pero IMG ya la tenía en nómina y la cuidaba en la factoría del creador de estrellas Nick Bollettieri (a su vez del grupo yankee).
Dentro de poco, si nada se tuerce, comenzará a llegar hasta nuestros oídos el nombre de Donald Young. Un chaval afroamericano que puede ser un chollo para la misma agencia que lleva a Federer y Nadal. Ganó la Orange Bowl, el prestigioso torneo junior, con 15 años y la particularidad de que fue el primer afroamericano en conseguirlo en los más de cincuenta años del torneo. Un jugador negro con gran futuro en el tenis. Mercados abiertos. Mercados abiertos también para Nadal: joven, fuerte, triunfador, educado, simpático... Valor en alza. Clink, clink. Es momento de hacer caja.
