Carácter para el Mundial

Yo digo | Jesús Mínguez

Carácter para el Mundial

Rafa Nadal se pone tan nervioso con el fútbol como con Alonso. Y está más que pendiente del Mundial que viene. El miércoles se oxigenó dando unos toques a un balón rojo con el nombre de España con el que hizo virguerías (Manolo Santana dice que es casi tan buen futbolista como tenista). Raúl le regaló durante el pasado Masters de Madrid una camiseta de la Selección con su nombre que lo mismo reposa en su maleta en París. Ayer, se prestó a posar para la ATP con los cuatro semifinalistas para promocionar un campeonato en el que están las selecciones de Federer, Nalbandián, Ljubicic y, por supuesto, la de Rafa. El otro día, en rueda de prensa, se ofreció para jugar en algún equipo si había una plaza libre. Vamos, que si el próximo miércoles Aragonés le pusiera haciendo pareja con Puyol para secar a Shevchenko o en punta para tirar paredes con Torres, ni se lo pensaba. ¿Sería esa una solución a la falta de sangre que a veces lastra a España?

Y, mira por donde, aparece en el horizonte Ljubicic. El último paso para estar en la final. Croacia fue también la última prueba de los chicos del fútbol para llegar a Alemania. Se venció por los pelos, pero ganamos confianza. Hoy toca también tumbar a otro croata. Ojalá a Rafa le cueste menos que a los del fútbol y que así llegue a la final del Mundial de tierra batida del domingo con todas sus energías. Así, si le sobra algo de empuje, se lo puede prestar a los de Luis en Alemania. ¿Alguien protestaría si entrara en el once? Yo no.