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Polideportivo | Antonio Pérezgrueso

De Galerías Preciados al Polo Norte

El mundo del deporte está lleno de héroes anónimos. Antonio Pérezgrueso, Toñín, es uno de ellos. El cámara de 'Al Filo de lo Imposible', autor del 80% de las imágenes del programa, dejó un día su trabajo en Galerías Preciados y se marchó a conocer mundo.

Antonio Pérezgrueso

En el verano del 84 mi amigo Sebas (Sebastián Álvaro) me dijo en la puerta de una libreria en Los Alpes: 'Toñín vente a trabajar escalando montañas'. Pedí la cuenta y me marché de Galerias Preciados". Aquel día se perdió un sindicalista y se ganó un cámara, uno de los más reconocidos del panorama documental. En su caso, el huevo fue antes que la gallina. "Yo hacía montaña y lo de la cámara llegó después". En ese momento tuvo que elegir entre montaña o cámara. "No lo dudé ni un segundo. Muchos amigos han subido el Everest, pero yo no cambio la sensación de registrar un paisaje con mi cámara". Con ella a cuestas ha llegado más allá de los 7.000 metros. Mientras rebusca en sus recuerdos, acaricia con mimo su vieja cámara Beauliou.

Ha participado en travesías polares, expediciones desérticas y el himalayismo no tiene secretos para él. Ha experimentado en sus propias carnes que "el cuerpo humano resiste mejor el frío que el calor" y que la montaña, a veces, es traicionera: "Recuerdo un alud en Nueva Zelanda, en el Monte Cook, que enterró a dos compañeros, aunque luego salieron. O una travesía en kayak del Pacífico al Atlántico por el hielo patagónico. Nos pilló mal tiempo, nos resguardamos en una cueva y por poco morimos intoxicados por la concentración de anhídrido carbónico. Vallejo se dio cuenta y salvamos la vida. También me acuerdo del Dhaulagiri, un ochomil, en el que una avanlacha se llevó por delante el campo 2, pero afortunadamente no estábamos allí en ese momento porque no lo habríamos contado. En las situaciones límites debes mantener la cabeza fría porque si no, la has cagado".

Pasa la mitad del año fuera de casa y advierte que aún le queda mucho por grabar: "Hay partes del Karakorum que no me moriré sin pisar, quiero hacer travesías desérticas uniendo oasis de leyenda y rebuscar en los rincones de la Antártida. Y le tengo echao el ojo a un par de ríos". Porque para Toñín, los ojos de Al Filo de lo Imposible, "detrás de cada sitio hay una historia que contar". Y nosotros que las veamos...