NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Yo digo | Jesús Mínguez

Un passing que valió un sueño

Actualizado a

A las cinco de la tarde de un 10 de diciembre de 2000, Juan Carlos Ferrero, un chaval de 20 años, conectó un passing de revés ante la mirada rabiosa de Lleyton Hewitt que valía la primera Ensaladera para España. En ese momento, el Sant Jordi estalló y al mismo tiempo todo el país saltó ante la tele. Se había escalado otro ochomil, se había conseguido un hito que se perseguía desde 1921.

En 1999 Crivillé se coronó en el Mundial de 500cc. Bahamontes, Ocaña, Perico e Indurain ya habían conseguido el Tour. Ballesteros se había colocado la chaqueta verde en Augusta y revolucionado el British Open. Cacho tenía en su casa el oro olímpico de 1.500. Y el Madrid y el Barça, la Copa de Europa. Nos faltaba algo, nos faltaba la Davis y gracias a jugadores como Ferrero ya tenemos dos. Después llegó el título de Fórmula 1 de Alonso. En fútbol falta un Mundial, pero algún día se saldará la deuda. Porque lo que hizo 'Juanqui' fue cancelar una deuda, la que se mantenía con la historia del tenis español que ya había triunfado en Roland Garros, Wimbledon y US Open y, sobre todo, con Santana, que soñó con la Ensaladera e hizo soñar a todo un país.