El lituano Vaitkus dio la sorpresa en el sprint

Quique Gutiérrez va sobrado de fuerzas. Al menos de momento. El segundo clasificado en la general atacó en el puerto de tercera, a 23 km de meta. "Vi que Bettini estaba muy activo e intenté probar para ver si se formaba un grupito", explicó. "Cuando me volví noté que el pelotón se había cortado y animé a los que me seguían para que colaboraran a abrir hueco".

Pero el primero que llegó a su rueda fue el alemán Jens Voigt, fiel gregario del líder Basso. "Estas tú listo si piensas que te voy a ayudar", le dijo. Ahí terminó el momento más interesante de esta novena etapa que terminó en sorpresa. Al australiano Robbie McEwen le empiezan a fallar las pilas y no se apuntó su cuarto triunfo. El alemán Ollaf Pollack volvió a quedarse a las puertas y al italiano Paolo Bettini, aunque levantó los brazos creyéndose vencedor, la foto finish le dio un disgusto.

El vencedor fue un desconocido lituano Tomas Vaitkus, 24 años, del Ag2r francés, que hasta ahora sólo había ganado dos etapas en sendas Vueltas a Dinamarca y el campeonato de su país, dos veces contrarreloj y una en fondo.

Antes de eso hubo una fuga del francés Monnerais y el ucraniano Krivtsov, que estuvieron por delante 85 y 100 km, respectivamente. Luego hubo varios intentos, entre ellos el de Quique Gutiérrez.

Padre responsable.

"Intentaba limar unos segundos en la general para quedarme más cerca de Basso. Me lleva minuto y medio y es imposible que se los pueda recuperar en la contrarreloj del jueves. Pero si me quedara más cerca...".

En sus inicios Quique era también sprinter, pero ahora ni se le ocurre intentar restar diferencias con las bonificaciones. "Desde que nació mi hijo Iban (dos años) no me he vuelto a meter en un sprint. Creo que inconscientemente, soy incapaz de arriesgar".