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Tenis | Masters Series de Roma

Nadal incendia Roma y abrasa al gran Federer

Un chico de 19 años, Rafael Nadal, de Manacor, se codea desde ayer con los dioses del tenis: Björn Borg, al que empató en torneos ganados antes de los 20 años. Guillermo Vilas, a quien igualó su récord de 53 victorias consecutivas en tierra. Y RogerFederer: a quien volvió a ganar.

Un partido memorable abre la puerta a un duelo de época en París.
afp

Una pared humana de 19 años, morena y ardiente, se alzó sobre un exquisito jugador de tenis que no supo cerrar el partido. Por cuarta vez consecutiva, Rafa Nadal gana al número uno del mundo, Roger Federer, y el triunfo le lleva a sumar récords: tantos torneos como Borg antes de los 20 años, y 53 triunfos seguidos en pistas de tierra, como Vilas.

Pero ésta fue la madre de todas las batallas que fueron y serán, un thriller que dejará cicatrices en Federer y, se supone, lecciones para Nadal. De un jugador que tiene match point en un partido de tenis, se dice que ha hecho todo lo necesario para ganar. Federer manejó dos pelotas para ganar el partido. Las pelotas que necesitó para cerrarlo estaban en el campo de Nadal. En la fuerza hermética de los números uno: Borg. Lendl. Muhammad Ali.

Faulkner hubiera repensado aquí The Sound&The Fury: la sensatez de Federer y la furia de Nadal. "La vida es un mal jugador, un cuento que cuenta un idiota, lleno de sensatez y de furia". Y Muhammad Ali habría recordado su duelo en Manila contra Joe Frazier, el Thrilla in Manila: el preparador Eddie Futch arrojó la toalla desde el rincón de Smokin Joe Frazier antes de que empezara el asalto número 15 y último... justo cuando Ali, roto, pedía que le cortaran los guantes para no seguir. "Ha sido la cosa más cercana a la muerte", dijo Ali. Así ganó Nadal.

Fuerza mental.

Federer jugó su mejor partido ante Nadal, con la mano y la gorra plateada de Tony Roche tras cada movimiento, cada golpe. Segundos fuera: Federer asaltó directamente el revés de Nadal con su derecha, fiando su suerte a la profundidad de su mejor golpe. Y Nadal acosó el delicado revés de Federer como la derecha alta de Ali sobre la mandíbula de Frazier, que en el penúltimo asalto de Manila encajó 15 golpes en sólo 45 segundos. Y Joe abandonó.

Pero Federer tenía un plan. Arrinconó a Nadal con las cargas de profundidad de su derecha, ganó el primer set y tuvo el segundo en la mano: 5-3 y saque en la muerte súbita. Pudo rematar, pero perdió. El exquisito número uno empezó a no saber cerrar el partido. El asunto iba a terrenos de fuerza mental. Ahí, en este juego, primero es Nadal "y después naide", diría El Guerra, califa del toreo.

Nadal dominó el tercero, pero Federer gobernó el cuarto. Se motivó para reñir con Toni Nadal, que aconsejaba a su sobrino. En el quinto, Federer tuvo 4-1 y ventaja para 5-2, con su saque. No la cerró. 6-5 y 15-40 sobre el saque de Nadal: dos match points y Federer volvió a fallar con el estoque. Dos derechas que Borg, Ali y Lendl no hubieran dejado escapar. En la muerte súbita, Nadal incendió Roma a los pies de Federer. Nadal: la furia.