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"Quiero jugar siempre contra los hombres"
Tiene 16 años y ya le llueven los contratos publicitarios. El espejo femenino de Tiger Woods se llama Michelle Wie y es noticia estos días por haber superado el corte en un torneo del circuito masculino. Es hawaiana de origen surcoreano y su próximo reto es clasificarse para el US Open.
Michelle Wie tiene 16 años y camina por su adolescencia con un contrato de diez millones de dólares que su padre firmó por ella con Nike y Sony, dos transatlánticos que dirigen la vida de la Lolita del golf mundial, el espejo femenino de Tiger Woods.
Esta hawaiana de origen surcoreano se convirtió el pasado fin de semana en la segunda mujer que pasa un corte en un torneo profesional de golf masculino. Wie se salvó de la eliminación prematura en el torneo de Seúl, correspondiente al circuito asiático, como ya hizo Babe Zacharias en 1954 en Tucson.
Pero Michelle no es simplemente una buena golfista, es algo más, un icono y una heroína que quiere ser más que nadie, que considera el hecho de jugar con hombres algo morboso y educativo. "Quiero jugar siempre con los hombres, en el circuito americano, y voy a apuntarme a la clasificación del US Open", ha dicho en las últimas horas. "No estoy del todo satisfecha por mi nivel de juego, pero sé que puedo mejorar". Wie se probará en Hawai para tratar de colarse en el segundo Grande masculino de la temporada (15-18 junio, Nueva York).
Ahora ya juega por dinero, por muchos puñados de dólares, como en su día hizo la tenista Kournikova. Michelle, como Anna, tampoco ha probado las mieles del triunfo. Pero seguro que lo hará. Hace unas semanas debutó en el Nabisco (primer Grande de las chicas) con una tercera plaza.
Y a su alrededor, ¿qué? Pues una familia que la anima para que estudie hasta los 18 años, y que la ha convencido para que sea un crack de los idiomas.
A Stanford.
Borda el coreano y tiene muy avanzados el japonés y el chino mandarín. ¿Qué límites puede tener Michelle? Ninguno. Sus ojos y sus estudios le abren el mercado asiático; su golf, las puertas de las aulas de la Universidad de Stanford y sus piernas, las portadas de las revistas de todo el mundo. No hay nada pues que vaya a detener la escalada de esta niña prodigio que con 11 años ya ganaba torneos, y que cuando tenía 13 nadie era capaz de "pisarle" la bola, de pegar más fuerte que ella.
Líneas aéreas, joyas, relojes... Las empresas más solventes del mundo se pelean por tener a la Wie en sus catálogos. La agencia de modelos Morris Talent ya le tiene asegurada su presencia en las pasarelas... Y en octubre cumplirá 17 años. ¿Dónde soplará las velas? Quizá en un avión, o en el rodaje de un anuncio de Omega, o en una sesión de fotos con Tiger Woods ("a Wie hay que darle tiempo porque un fracaso suyo se interpretaría como un fracaso de todas las mujeres", dijo una vez), o puede que surfeando en Honolulu.
La irrupción de Sorenstam ya provocó la polémica
Annika Sorenstam, la indiscutible número uno del mundo en el golf femenino, rompió la baraja hace un par de años tras aceptar la invitación para jugar varios torneos del circuito americano masculino. No pudo optar al título, pero la simple presencia de la sueca provocó una catarata de opiniones. Vijay Singh, número dos del mundo, no dudó en criticar a Sorenstam y al hecho de tener a chicas jugando con los chicos. Woods fue más cauteloso. Para el resto, de todo un poco... Simplemente aunque sólo sea por potencia (por norma, las mujeres tienen las salidas más adelantadas que los hombres) tendrían muy pocas posibilidades de vencer. Algunos golfistas, como el francés Jean Van de Velde, han insinuado que pedirán competir en torneos de 'ladies'. ¿Lío a la vista?