El Muro de Huy aguarda hoy a Valverde y Samuel

La Flecha Valona son 201 km de desgaste y 800 metros de un final explosivo. Y esa pequeña coletilla final (el Muro de Huy) convierte a esta clásica belga en la carrera con el final más espectacular de todo el calendario. Es como si se colocara un final de etapa en la Cueña les Cabres, la rampa más dura del Angliru.

Hay otras siete cotas más, entre ellas otros dos pasos por el Muro de Huy, pero generalmente al pie de este mítico repecho suele llegar un pelotón agrupado de unos cincuenta corredores.

Bendita excepción.

Una de las pocas excepciones se dio en 2003. Se formó un pequeño grupo de escapados en el primer paso por Huy, a 136 km del final, y eso permitió a Igor Astarloa conseguir la única victoria española en esta carrera. Igor conseguiría ese mismo año ganar el Mundial.

Hay que contarle entre los favoritos, pero mejor esperar a alguien con un final más explosivo: Alejandro Valverde y sobre todo, Samuel Sánchez. El asturiano del Euskaltel dio todo un recital en Lerín, etapa del País Vasco con un final muy parecido, pelín menos duro.

Freire, aunque quedó quinto el año pasado, se autodescarta por ese explosivo final. Pero quizás Vicioso y García Quesada puedan tener su oportunidad. Como quizás la hubieran tenido Marchante y Perdiguero, que no tomarán la salida y se reservan para el domingo en la Lieja, que esa sí, esa es la clásica en la que todos los citados y algunos más piensan que tienen más posibilidades.

Di Luca, que el año pasado hizo el doblete (Amstel y Flecha) sí tomará la salida esta vez, como Rebellin, que hizo triplete en 2004 (las dos más la Lieja). Pero el gran favorito es otro italiano: Paolo Bettini, porque le va la prueba como anillo al dedo y por su gran estado forma actual.