Almagro estrena palmarés sobre la tierra de Valencia

Nicolás Almagro presentó sus credenciales para ingresar en la Armada, ese ejército de jugadores españoles que pasa el rodillo, especialmente bien, por las pistas de tierra. El murciano, con 20 primaveras, estrenó su palmarés contra Gilles Simon por 6-2 y 6-3. El francés tiene 21 años, por lo que la final del Abierto de Valencia que disputaron ayer era la de jugadores con menor edad de este año.

Almagro une su nombre al de Rafa Nadal (Dubai) y Carlos Moyá (Buenos Aires) en la relación de españoles que han ganado un título este año. No son malos compañeros. Además, con el mérito de triunfar accediendo desde la siempre incómoda fase previa tras jugar 8 partidos en los que fue noqueando a base de un tenis con muchos arrestos a pesos pesados como Juan Carlos Ferrero y Marat Safin. Ningún jugador conseguía ganar un torneo viniendo de la criba desde octubre de 2004 (Jerome Haehnel, Metz).

Almagro, que día a día fue viendo cómo la Ensaladera valenciana se acercaba a sus dedos, no quiso dar al francés ni una mínima oportunidad de que también inaugurase su cuenta de triunfos. Fue a la guerra con mucha seguridad en el servicio, derechas afinadas para no prolongar los peloteos y restos de revés a una mano que recuerdan el elegante golpeo de Alex Corretja. Simon nunca tuvo capacidad para frenarle.

Almagro dejó la paciencia para otro día y el primer set se lo adjudicó ya con un claro 6-2. En el segundo, se colocó por delante y con 4-2 tuvo dos bolas de break que le iban a colocar con 5-2 y servicio y que no aprovechó debido al ansia por rematar la faena. Ya al resto, con 5-3, lanzó su derecha para cerrar la segunda manga con el 6-3 final y dejar la sensación de que se asoma al tenis español otro jugador con futuro. Con carácter, ganas y humildad. Su próxima parada, el Godó.

Almagro "Esto me abrirá puertas"

Le he puesto el punto a la i y he culminado la semana más importante de mi carrera... por ahora. Este resultado me va a ayudar muchísimo, me va a abrir puertas. La operación que sufrí en una rodilla me ha hecho madurar mucho, porque lo vi todo muy negro. Empecé de cero. Llevo mucho tiempo trabajando humildemente. Al venir de la previa, el torneo se me estaba haciendo largo y mi cuerpo estaba diciendo que llevaba ocho partidos; sufrí un poco, pero tenía que morir en la pista. Estaba cansado, pero nadie lo notó".