Ciclismo | Vuelta al País Vasco
Freire se tomó la revancha sobre Valverde en Vitoria
Samuel Sánchez fue segundo y el murciano, cuarto
En la salida de Lerín, Alejandro Valverde y Óscar Freire parecían Leoncio y Tristón, o Yogui y Bubu. El optimismo y el pesimismo. Valverde recordaba que ya había ganado dos veces en Vitoria (2003 y 2005). Freire tenía recuerdos más tristes: "La única vez que llegué a Vitoria, en juveniles, me caí".
En la meta de Vitoria, Freire estaba feliz. Era su segundo triunfo del año, tras la Flecha Brabanzona, y empezaba a hablar de sus posibilidades en las próximas clásicas. Valverde, siempre con hambre de podio, estaba tan mosqueado que no quería ni hablar: "Ha sido un sprint muy loco. Ha habido un momento que me he quedado cerrado y cuando he logrado salir ha sido imposible remontar".
Jaime Ugarte, el organizador de esta carrera, estaba feliz en la salida y en la meta. Las etapas las están ganando campeones con carisma o el nuevo héroe de la afición vasca, Samuel Sánchez. Y además el suspense se mantiene hasta la crono final de Zalla. En cualquier sitio se admiten apuestas sobre quién va a ser el vencedor final.
La diferencia entre el sprint de Irún, que ganó Valverde por 9 milímetros, y el de Vitoria fueron 47 corredores. No es lo mismo sprintar en un grupo de cincuenta ciclistas que en otro de 98, en el que además no hay ningún equipo que estire el pelotón y le dé orden. Ayer en Vitoria casi todos se creían que podían ganar. Más que un sprint fue un tumulto y en uno de los bandazos la puerta se cerró para Valverde.
Freire también iba por libre. Su equipo, el Rabobank, echó el resto para neutralizar la última fuga a 1,5 km para la meta, pero ya no quedó ningún compañero para echarle una mano a Óscar. No hizo falta. El tricampeón tiene muchas tablas. Encontró siempre el hueco entre la confusión y ganó sobrado. Samuel Sánchez, tipo avispado, se colocó a su rueda y llegó segundo.