Ciclismo | Milán - San Remo
Tres bazas españolas en el duelo Boonen-Petacchi
Freire, Valverde y Astarloa optan hoy a ganar la Milán-San Remo
Miguel Poblet se frota los ojos cuando ve que hay tres corredores españoles con serias opciones de ganar la Milán-San Remo. El Divino Calvo fue todo un pionero del ciclismo español, en esta carrera y en las clásicas. En 1957 vino a disputarla, Van Looy no le aceptó en el equipo Faema y tuvo que correr como independiente. Y ganó. Primero la Milán-Turín y luego la Classicissima.
No sirvió de mucho. En 1959 Bahamontes venció en el Tour y los españoles seguimos mirando a las grandes vueltas. Hasta ahora. Desde que Óscar Freire ganó su primer Mundial en 1999 hasta acá, a base de éxitos (mirar cuadro) varios ciclistas españoles se han empeñado en que nos enamoremos de las clásicas como pasa en toda Europa. Freire ya ganó esta Milán-San Remo hace dos años y hoy tenemos otras dos bazas para repetir el chupinazo.
Cohetes.
Pero no nos engañemos. Los nuestros tienen sus posibilidades, pero los claros favoritos son los dos hombres más veloces del pelotón: el italiano Alessandro Petacchi, ganador de la última edición, y el belga Ton Boonen, actual campeón del mundo y en gran estado de forma. Todo lo que no acabara en un vertiginoso duelo entre ambos en la Via Roma de San Remo, sería una sorpresa. Y ahí es donde entrarían los tres españoles y también Bettini, Garzelli, Cunego, Bertagnolli, McEwen, Hushovd, Zabel, Hincapié... Figuras no faltan entre los 214 participantes.
Las opciones de Alejandro Valverde e Igor Astarloa pasan por romper el control de los equipos de los dos favoritos y provocar una llegada con un grupo poco numeroso. Freire prefiere esperar al sprint masivo para explotar su experiencia y punta de velocidad. Cualquier forma es buena para ganar.
Siete horas dando pedales
La Milán-San Remo (294 km) es la carrera más larga del calendario, unas siete horas pedaleando. Los favoritos empiezan a probar fuerzas en el Turchino (km 143) y a partir de ahí la carrera se acelera hasta las últimas subidas, la Cipressa y el Poggio.