Ciclismo | Tirreno - Adriático
Freire y Astarloa frente a los capos italianos
Petacchi y demás afinan para la Milán-San Remo.
El ProTour se hace la competencia a sí mismo y contraprograma la Tirreno-Adriático, que comienza hoy, a la París-Niza. Y vuelve a salir perdiendo la carrera francesa, pues la italiana atrae a mayor número de figuras ansiosas por medir fuerzas y posibilidades de cara a la Milán-San Remo, la primera gran cita del año, la más importante para la mayoría de los italianos.
Petacchi (que se ha echado como socio a Zabel), Bettini, Di Luca, Rebellin, Garzelli, Basso, Savoldelli... Todos los capos del ciclismo italiano estarán en la salida, con los dientes ya bien afilados dispuestos a pegarse bocados y demostrar quién es el favorito para la Classicissima.
El año pasado Óscar Freire dominó a toda esta tropa. En este sólo puede pedírsele que se le vea en los sprints y nos empiece a alimentar ilusiones para la San Remo. Esta vez hay que mirar más hacia Igor Astarloa, otro ex campeón del mundo (2003), que el pasado sábado se impuso brillantemente en la Milán-Turín.
Hablamos de la lucha por las etapas, en las que también podemos contar con Flecha, Vicioso y David Herrero. En la pelea por la general este año la cosa cambia, porque se ha metido como novedad una contrarreloj, de sólo 14,2 km, pero quizá suficiente para enjugar las diferencias que los sprinters van a obtener con las bonificaciones en metas volantes y finales de etapa. Y en ese caso la baza española es Iván Gutiérrez, en forma y especialista en la crono.
El trazado de la Tirreno-Adriático no tiene grandes puertos, pero los continuos repechos (en la 2ª, 3ª y 4ª etapas principalmente) unido al buen ritmo con que se compite, suele ofrecer una carrera con finales trepidantes. Son ensayos para la Milán-San Remo.