Sin infancia, ni juventud

No hay que hacer leña del traspié de Rienda. Ella, Ana Galindo, Ainhoa Ibarra y Carolina Ruiz han paseado el nombre de España por el mundo alpino, sin que lo supiéramos. Sacrificaron su infancia y su juventud. Compiten desde los siete años, pasan 300 días al año fuera de casa y a los 30 ni figuran en la seguridad social porque no han cotizado. Lucharon solas porque la Federación era una noria (entraban y salían presidentes). Sólo Maurizio Marcacci, que las entrenó ocho años, las tomó en serio. Hay que aprovechar el tirón y apostar en serio por este deporte.