Sevilla tuvo un sabor especial para Boonen y García Quesada
Etapa para el sprinter y general para el granadino
La última etapa de la Vuelta a Andalucía ofreció la revancha a dos corredores: Carlos García Quesada, que después de rondar el triunfo absoluto en los dos últimos años terminó llevándoselo ayer, y el belga Tom Boonen, que también sufrió dos derrotas ante Petacchi, en las últimas llegadas al sprint, y en Sevilla terminó venciendo a la bala italiana. Para ambos se confirmó que Sevilla tiene un sabor especial.
El sprint entre los dos cohetes del pelotón mundial volvió a ser espectacular. Y más igualado que nunca. Petacchi es rápido, nadie puede alcanzar su velocidad punta. Boonen es potente, no puede llegar al punto de aceleración de Petacchi, pero es capaz de mantener un alto promedio durante más tiempo. El italiano, además, suele medir mejor su distancia. Pero esta vez la recta de llegada, en lugar de picar para arriba, lo hacía en descenso y Boonen pudo desarrollar mejor su velocidad crucero y aguantar, por poco, el rush final de Petacchi. Impresionante los dos, de cualquier modo. Y un resultado que da más emoción de cara a la Milán-San Remo.
Carlos García Quesada sintió todavía mayor alivio. El granadino de La Zubia (27 años) quedó segundo, a sólo 15 segundos de Domínguez, en la Vuelta a Andalucía 2004. Y el año pasado la tenía ganada cuando su director Belda, prefirió que el triunfo se lo llevara Francis Cabello y permitió una escapada loca. Hay que entenderlo. Cabello se lo merecía.
Pero para Carlos era difícil entenderlo. Y tenía toda la pinta de haber heredado la maldición de Cabello con esta carrera. Rodrigo García, un chaval extremeño de prometedor futuro, amenazaba con quitarle otra vez la carrera por puestos. Pero el granadino se jugó la perilla en cada sprint y terminó venciendo la carrera por sólo tres puestos. Es el sexto ciclista andaluz que la gana.