Ciclismo | David Millar
"Quiero demostrar que puedo competir limpio"
David Millar, 29 años, ganador de tres etapas de la Vuelta y otras tres del Tour, confesó haber tomado EPO. El 23 de junio cumple sus dos años de sanción y volverá, justo en el Tour, con la meta de ser un ejemplo de deportista sin dopaje.
Tras dos años de sanción, ¿creía que volvería a ser ciclista o tuvo dudas?
Al principio ni lo pensaba. Fue un golpe muy duro, tuve que volver a Inglaterra y reconstruir mi vida. No tenía ni casa. Los seis primeros meses fueron realmente difíciles. Pero luego empecé a centrarme y decidí que tenía que volver al ciclismo.
¿Por qué al Saunier Duval?
No tenía ofertas, pero a través de Kiko García (ex ciclista) contacté con Matxin.
¿Le estaría vetada la entrada a un equipo francés?
Los equipos franceses no se han interesado por mí y yo tampoco estoy interesado en ellos. No me gusta su mentalidad. Piensan más como una empresa, que como un equipo. Les falta pasión por el ciclismo.
Ha estado usted trabajando con los jóvenes en la federación británica, ¿no?
Sí, políticamente no es muy correcto, al estar yo aún sancionado por dopaje. Pero mi idea es trasmitirles que el deporte puede ser limpio.
Y usted, ¿cree que podrá algún día limpiar su imagen?
Para algunos, mi nombre nunca estará limpio. Pero, para los que pueden entenderlo, en esta segunda etapa quiero demostrar con resultados que puedo ser un deportista limpio.
¿Cómo explicaría a esas personas por qué tomó EPO?
Les diría que en la vida pasan cosas en momentos determinados y que a veces se toman decisiones equivocadas.
Pero, ¿por qué? ¿Por sacar ventaja, porque la mayoría ya la toma, por el entorno...?
Se combinan muchos factores. No puedo decir que fuera un montaje organizado, ni tampoco quiero escudarme en si los demás lo hacían o no. No sé, pero llegó un momento que dije que sí y la decisión la tomé yo. Siempre me arrepentiré de haber tomado drogas.
¿Qué pretende demostrar?
Tres cosas. Competir sin ayuda externa, transformarme en un icono del ciclismo limpio y que mi caso sirva de ejemplo a la gente joven. Hay muchos idiotas que creen que sin drogas no se puede ganar, pero hay que convencer a las nuevas generaciones de que no es así.
Ha sido de los pocos que ha reconocido tomar drogas. ¿Fue por la presión policial?
Sufrí interrogatorios durante dos días y no voy a negar que hubo presión policial. Pero al final fue una decisión propia. De pronto estaba allí, detenido, nadie del equipo me apoyaba, una situación tan extraña que al final dije: "¡Vale!, reconozco haber tomado EPO y me olvido de Francia y del ciclismo". Cuando confesé, lo hice dando por sentado que el ciclismo se había acabado para siempre.
Usted cumple sanción el 23 de junio. ¿Le da tiempo a correr algo antes del Tour?
Debutaré en el prólogo del Tour. Me voy a entrenar a fondo para ese día. Me estoy preparando incluso una bicicleta especial. Sé que va a ser muy difícil, pero es una distancia corta y tengo opciones de ganar.
Oyéndole, parece que está ante la carrera de su vida.
La primera de mi vida. El Tour son dos carreras distintas para mí: el prólogo es una en sí misma y, luego, el resto del Tour.
Una última pregunta. ¿Cómo cree que sigue el asunto del dopaje un año y medio después? ¿Tiene solución?
Acabo de volver y no tengo muchos datos, pero creo que está mejor. Desde mi caso, la UCI ha tomado más cartas en el asunto y está haciendo mejor los controles. Y yo sí espero que tenga solución. Se está trabajando mucho más con los jóvenes, que son quienes deben darle la nueva vida al ciclismo.