Ciclismo | Óscar Freire
"En el mundo del deporte todo se olvida muy rápidamente"
Óscar Freire está concentrado con sus compañeros del Rabobank en el Parador Nacional de Jávea (Alicante). El tricampeón mundial se operó en junio de su lesión crónica en el isquio, pero tras tantos contratiempos, no está seguro de si el problema se ha solucionado definitivamente
Es fácil imaginar su principal deseo para este año.
El principal y el único: salud. Lo demás vendrá. Con salud puedo llegar a donde estaba e incluso mejorarlo.
¿Se ha acostumbrado ya a vivir con problemas físicos?
A lo malo nunca te acostumbras. Hasta abril de la temporada pasada llevaba año y medio sin problemas. Bueno, salvo la operación de un forúnculo que me impidió correr el Tour de Francia en 2004.
Acabó como el español con más victorias en 2005, pese a competir sólo tres meses.
Empecé el año muy bien. Pero ¿quién se acuerda de eso? En el mundo del deporte todo se olvida muy rápidamente, debes responder continuamente y yo desaparecí en abril. Andaba tan fácil que no me costaba ni entrenarme. Por eso me dio más rabia tener que parar y perderme muchas cosas.
Entre ellas, el Campeonato del Mundo de Madrid.
Me dolió mucho perdérmelo. Era una gran oportunidad, sobre todo tal cómo se desarrolló la carrera. Aunque después de visto, todo el mundo es listo. Posiblemente habría cambiado el desarrollo de la prueba si yo hubiera podido estar con la Selección.
¿Cómo se encuentra ahora físicamente?
Creo que bien. Me falta ver cómo respondo en entrenamientos de más de cinco horas. Quería haber empezado ya con ellos, pero no pude por el mal tiempo. Espero hacerlo aquí, en esta concentración, aunque tampoco nos está haciendo muy bueno.
Pero ya ha pasado medio año desde la operación.
Sí, fue en junio. El problema es que el agujero está en una zona crítica. Por ahí pasa el nervio ciático y es un área donde apoyas todo el peso.
Se le nota receloso.
He tenido tantas recaídas que es imposible olvidarme de todo. Noto que ya no tengo lo que tenía, pero también me dijeron que podía volver a recaer si no me recuperaba bien. He ido muy tranquilo y espero que todo vaya según lo previsto, pero no lo sabré hasta que empiece a competir.
Sus títulos mundiales siempre han llegado después de superar una lesión.
Dos de ellos, sí... Pero ésa no es la cuestión, el problema es que estoy siempre lesionado. Ahora me encuentro más o menos bien, pero no al cien por cien y quién sabe...
¿Arrancará fuerte en la Challenge de Mallorca?
No. Lo que pasa es que en la Challenge no suele haber un gran nivel en los sprints y puedo cazar algún triunfo.
Siempre es mejor para la moral empezar ganando, ¿no?
Siempre es mejor ganar, claro, pero mi preocupación no es empezar ganando en Mallorca o en Andalucía, sino recuperarme bien para los grandes retos de la temporada.
Seamos optimistas en ese sentido. ¿Cuáles son sus objetivos este año?
Los mismos que tuve que dejar aparcados el año pasado por culpa de la lesión: las clásicas, el maillot verde de la regularidad del Tour y el Mundial.
Ganada la Milán-San Remo, ¿piensa en otra clásica?
Aunque la haya ganado ya, es la primera clásica importante del calendario y la de más prestigio en Italia. Ya el año pasado tenía mucha ilusión en el Tour de Flandes, pero pillé una gripe y no pude correrla. En general, todas las clásicas son buenas. La verdad es que yo sólo he ganado una, aunque he estado a punto de lograr muchas.
El equipo Rabobank ha fichado esta temporada a otro clasicómano, Juan Antonio Flecha. ¿Cómo se van a organizar entre ambos?
En peores situaciones he estado cuando corría en el Mapei, ¿no? (se ríe). Ahí sí que habíamos muchos con posibilidades de ganar clásicas. Con Flecha no habrá ningún problema, porque luego la carretera decide. También están Boogerd, que rinde mucho en la Amstel y la Lieja, e incluso Dekker, a pesar de que afronta su última temporada.
Ha hablado usted antes del maillot verde del Tour.
El Tour sólo lo he corrido dos veces. En 2002 estaba muy bien, gané una etapa, me caí al séptimo día y me tuve que ir para casa. En 2003 estaba mal y me obligaron a terminarlo. Yo pienso que, en condiciones normales, tengo opciones para ganar el maillot verde.
¿Conoce ya el recorrido del Mundial de Salzburgo?
El circuito es muy parecido al de Madrid, sólo que habrá más kilómetros, por lo que será más duro. En cuanto se pasa de los 250 kilómetros, pesa mucho la distancia. La verdad es que conozco todos los circuitos de los Mundiales, salvo el de Stuttgart 2007; porque el 2008 es en Varese y el 2009, Treviso, y me quedan muy cerca de casa.
En el 2009 tendrá 33 años. ¿Todavía seguirá corriendo?
Pues claro que sí. Con tanta lesión habré competido sólo unos trescientos días en estos ocho años. Además, todo es cuestión de mentalidad.
Por cierto, este año cumple usted contrato con el Rabobank, ¿no?
Sí. A ver qué tal se da el año. Creo que las dos partes estamos contentos. De lo contrario, algún equipo me querrá, aunque seguro que no será español... Eso lo doy por perdido.
Por último, ¿qué opina usted de las declaraciones del presidente de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), Dick Pound?
No las conozco.
Dijo que el dopaje está generalizado en el pelotón y aceptado por sus instituciones.
Una opinión más desde fuera del ciclismo. Pound no puede saber qué hacen todos los ciclistas del mundo, pero él acusa a todos. Es una pena. Se están perdiendo otros valores del ciclismo como el sacrificio y no se nos trata como un deporte más.