Miki y Beto debutan con el Benicarló y el Albacete

Dos entrenadores debutan hoy en División de Honor, Miki con el Benicarló y Beto con el Albacete, en una jornada que puede ser clave para descubrir qué equipos acompañarán para jugar la Copa a Lobelle, ElPozo, Interviú, Martorell y DKV. Playas, que recibe al Caja Segovia, Polaris, al Barcel, y MRA, que también juega en casa ante el Fiat Carnicer, tienen a su alcance asegurarse casi matemáticamente un sitio si suman los tres puntos, ya que segovianos, lucenses y madrileños son sus más directos rivales en la tabla.

Estreno.

Miki se estrena con el Benircaló en Bilbao, donde le espera un GSI que está peleando con criterio para salir de la boca del lobo: "Es un partido trampa. Los bilbaínos tienen un buen equipo y en los últimos encuentros parece que intentan resucitar", comenta el nuevo técnico del equipo benicarlando, que reconoce que su nueva plantilla "está diseñada para otro tipo de juego al que yo hago, aunque es un equipo competitivo con buenos jugadores. No quiero marcarme un objetivo previo. Vamos a ir partido a partido y la clasificación nos pondrá donde nos merezcamos". Miki, que entrenó el año pasado al Valencia, se queja de que "determinados técnicos que no han ganado nada tienen más oportunidades de demostrar su valía que otros, que tienen una trayectoria más contrastada".

Y en el rincón más bajo de la tabla se encuentra el Albacete y Beto, que se ha hecho cargo de una auténtica patata caliente: "¿Valiente? Soy un entrenador comprometido, me gustan los retos difíciles y para afrontarlo lo hago siendo positivo. Mientras hay vida hay esperanza y quedan 51 puntos por jugarse".

Eso sí, su bautismo con el conjunto albaceteño va a ser en la pista más difícil de todas, en Alcalá ante Interviú: "No es el campo más propicio. Todos le consideramos el mejor equipo del mundo, pero es un comienzo para intentar dotar de casta a mis jugadores".

Beto demuestra que tiene más moral que el Alcoyano, aunque su baza es intentar reforzar el equipo con "2 ó 3 jugadores y si me dejan cuatro, porque para salir de ahí estamos en desventaja anímica y de puntos y hay que fortalecer esta plantilla a la que he visto baja de moral. Mi trabajo es demostrarles que podemos estar más arriba y para ello tenemos que hacernos fuertes en casa. Si sumamos dos o tres triunfos nos podemos meter en la Liga". ¿Y si no? "Pues sentaré unas bases para intentar subir la temporada que viene, y volver con argumentos para poder mantenernos".